Una vecina que se define como una zarauztarra indignada, a través de estas líneas hace llegar su malestar en relación con el centro de menores sito en Monte Albertia. «El nivel de robos se ha incrementado exponencialmente. Raro es no oír que a alguien cercano le han robado en su establecimiento o incluso que han atracado a personas por cantidades míseras como cinco euros. Yo personalmente ya no estoy tranquila en mi propio pueblo y mucho menos cuando sé que mis hijos están en la calle. Tengo miedo por lo que les pueda ocurrir. Me sorprende que personas que han sido elegidas por el pueblo y para vigilar y garantizar el bienestar del mismo hayan permitido que estos jóvenes se haya instalado aquí sin contar con medios ni recursos para poder controlarlos (y no entremos en el discurso racista que ya está muy usado porque en este caso lo que a nadie importa es el país de procedencia de los mismos).

Dicen que ellos están protegidos por ser menores y que tienen una serie de derechos. Muy señor mío, ¿dónde queda mi derecho a la seguridad?, a mí y a mis hijos ¿quién nos protege de ellos?. Mis hijos también son menores. Opino que esta situación requiere una solución rápida, inmediata y eficaz. Deberían llevarlos a la mayor brevedad posible a un centro específico destinado a tratar con esta clase de personas y donde realmente puedan ser vigilados e incluso se les pueda encaminar hacia algo útil para su futuro. Hasta ese momento, que espero sea prácticamente inmediato, ¿por qué no se ponen más agentes patrullando por nuestras calles? (hoy en día brillan por su ausencia).

Leí hace unos días que el Sr. Rafa Olaizola pedía información sobre este tema, pero seguimos sin saber nada; se intuye un gran silencio en torno a este asunto. Este tema está en boca de la gran mayoría de la población y ruego una respuesta y una solución a un problema que nos ha llegado sin comerlo ni beberlo».