El fuego abrasa a dos niños, su madre y su tía en un viejo piso de Miranda de Ebro
Los maridos de las mujeres, de origen rumano, presentan quemaduras graves
El Correo,
,
20-02-2009
Querían regresar a Timisoara, la ciudad rumana que dejaron atrás hace cuatro años para emprender una nueva etapa en España que al final no resultó como esperaban. Intentaban gestionar su retorno con la ayuda de los servicios sociales y la Cruz Roja. Pero no lo consiguieron a tiempo. Un brutal incendio acabó con sus vidas mientras dormían. Una mujer, su bebé y otra hija de apenas 4 años, junto a la tía de los pequeños, perecieron ayer en un piso de Miranda de Ebro ubicado en la calle San Juan, en pleno corazón del Casco Viejo de Miranda. Los Bomberos hallaron a las ocho de la mañana sus cuerpos. C.R.F., de 20 años, los dos niños y S.D.V., de la misma edad, que yacían en una habitación.
Allí se encontraba también J. D.V., el padre (26 años) de los pequeños y hermano de la otra fallecida. Tiene el 40% de su cuerpo abrasado y está ingresado en la Unidad de Quemados del hospital de Cruces, en Barakaldo. Permanece en situación estable pese al carácter crítico de sus lesiones. Una sexta persona, A.C.V., cuñado a su vez del anterior, salió por su propio pie y fue trasladado por un agente local al hospital comarcal Santiago Apóstol. Desde allí, se le derivó en helicóptero medicalizado al complejo sanitario General Yagüe, en Burgos. Tenía síntomas evidentes de intoxicación por inhalación de humo y quemaduras en el rostro y las manos. El último parte médico apuntaba a una recuperación dentro de la gravedad.
Apenas llevaban unos meses en este vetusto piso. Previamente residieron en el Poblado de Bayas. Hacía poco tiempo que habían conseguido regularizar su situación, lo que vino acompañado de un trabajo en la construcción para el cabeza de familia. La mediación de un amigo fue clave. Hasta ese momento la venta de chatarra y «pequeñas chapuzas» fueron su único medio de subsistencia. Una vida humilde. La historia la relataba, entre sollozos, un familiar. «A la madre le estaban ayudando en Cruz Roja a encontrar un trabajo. Ahora estaban más contentos».
La causa de este trágico suceso está aún por determinar, aunque la línea de investigación con más peso apunta a la sobrecarga de una instalación eléctrica en malas condiciones. «Al parecer había muchos aparatos enchufados. Y ése puede ser el motivo del incendio», aseguró el alcalde, Fernando Campo. Dos personas más que residían en el piso, todos de la misma familia, consiguieron salir antes de la llegada de los Bomberos.
Aturdido
La alerta se produjo a las 7.52 horas. Una llamada al 112 avisaba de un fuerte incendio en la segunda y última planta de un inmueble con más de 100 años. Policías y efectivos del Servicio Contraincendios Municipal acudieron apenas unos minutos más tarde a la zona. Según los testigos, los bomberos intentaron primero acceder por la angosta calle San Juan, de poco más de tres metros de anchura. Tuvieron que optar por dar la vuelta a la manzana y entrar a través de la plaza de Santa María. «Han actuado muy rápido, con mucha energía y firmeza», relató Francisco Berrio, propietario del Bar Ebro, situado frente al edificio siniestrado. Cuando llegaron, los otros familiares ya estaban en la calle.
María del Carmen Urruchi, la propietaria de la Pescadería Lourdes, situada a escasos metros, explicó que uno de los parientes de las víctimas estaba muy aturdido. Al parecer comenzó a notar humo en la habitación y, al abrir la puerta, «parece que el oxígeno del resto de la casa originó la explosión de los cristales». La familia que residía en la primera planta resultó ilesa. El padre, Francisco Venta Correa, iba a salir a por el pan. Al abrir la puerta vio el humo y las llamas, se lo dijo a su mujer y todos abandonaron apresuradamente el edificio.
La vivienda tenía una distribución peculiar. A través del mismo descansillo de la escalera se accedía a la zona en la que se ubicaba la cocina y una pequeña sala, que no se vio afectada por el fuego. En el margen derecho estaba la habitación en la que dormían las víctimas. «Los bomberos encontraron allí los cuatro cadáveres y a una persona más», el padre de los niños. Los cuerpos sin vida de las mujeres y los menores fueron trasladados al Instituto Anatómico Forense de Burgos. La autopsia se realizará hoy.
A las 11.50 horas los bomberos abandonaban el lugar, tras recoger el material de intervención y retirar los cascotes y restos del inmueble de la calle. En ese mismo momento, los agentes eliminaban el cordón policial. Sólo se había abierto para permitir el paso de los coches fúnebres.
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