Tres de cada diez creen que los extranjeros quitan puestos de trabajo a los españoles

El número de jóvenes afines a partidos racistas se duplica en sólo cinco años

La Razón, Rocío Ruiz, 19-02-2009

madrid – Los jóvenes españoles son, en general, favorables a la inmigración y perciben sus efectos positivos, pero el último sondeo del Instituto de la Juventud, presentado ayer, sobre la imagen que los jóvenes tienen de los extranjeros arroja un dato preocupante: el número de los que estarían dispuestos a votar a partidos de ideología racista, si se incrementasen las llegadas de foráneos, se ha duplicado en los últimos cinco años. Si en 2003 el 7% manifestaba estar dispuesto a apoyar a uno de estos partidos, ahora lo haría el 14%.
El perfil de los votantes coincide con el de jóvenes «varones, con menores niveles formativos, ideológicamente de extrema derecha y residentes en zonas semirurales (localidades de entre 10.000 y 50.000 habitantes)», indica el sondeo realizado entre 1.436 jóvenes de entre 15 y 29 años.
Contribuyen al desarrollo
En el ámbito laboral, la mayoría (64%) reconoce que los inmigrantes hacen una importante contribución al desarrollo económico de España, pero llama la atención el hecho de que el 31 por ciento opina que «las personas inmigrantes quitan puestos de trabajo a los españoles», una visión percibida especialmente entre «los jóvenes con menores niveles de formación, en desempleo, de clases más bajas y ubicados ideológicamente en la derecha política», puntualiza el estudio. También son cada vez más los que opinan que los extranjeros «hacen que bajen los salarios al aceptar sueldos más bajos».
En el ámbito de las relaciones sociales, los españoles con edades entre 15 y 29 años son tolerantes. No les importaría tener como vecino a un foráneo ni tampoco como compañero de trabajo o como amigo de sus hijos. Incluso, siete de cada diez consultados aseguran tener entre su grupo de amigos alguna persona inmigrante y siete de cada diez afirman que tienen compañeros de trabajo o de estudios de otros países. Sin embargo, hay nacionalidades que causan más simpatías que otras. A la cabeza de los que generan más confianza entre la gente joven figuran los suramericanos y latinos, seguidos de los subsaharianos, ecuatorianos y europeos, pero en el polo opuesto se sitúan los marroquíes y rumanos como las comunidades que más recelo despiertan. Los jóvenes perciben que hay un número «excesivo» de inmigrantes , pero creen que los que están instalados en España deben tener derechos garantizados (paro, reagrupación familiar, nacionalidad, voto). La mayoría piensa que sólo se debería permitir la entrada a los que tengan un contrato y se tendría que legalizar a los que viven en España cuando tengan empleo.

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