En 2009 han arribado 17 embarcaciones procedentes del continente africano. De ellas, sólo una ha sido detectada, en Gran Canaria, por el Servicio Integral de Vigilancia Exterior (SIVE). El resto o han llegado por sus propios medios o han sido localizadas por barcos que navegaban cerca de Canarias.

En diciembre de 2008, la delegada del Gobierno en Canarias, Carolina Darias, inauguró las instalaciones del SIVE en la isla de Tenerife. Así, ambas provincias canarias contaban con un servicio de vigilancia que cubre una distancia de 35 millas desde la costa. Sin embargo, su efectividad es bastante baja.

Según fuentes consultadas, el SIVE «no es la panacea». Necesita de personal muy especializado que recibe el eco de una señal que se repite, enfoca con las cámaras y los agentes de la Guardia Civil acuden a ver de qué se trata. En caso de mal tiempo las olas perjudican ese eco.

Además, existen áreas con «sombra» por las cuales se pueden colar no sólo pateras o cayucos sino embarcaciones destinadas al tráfico de drogas. El Archipiélago Chinijo no está cubierto a pesar de que hay SIVE en Montaña Mina, Haría y San Bartolomé. La isla de Fuerteventura está mejor cubierta con radares en el Faro de la Entallada (Tuineje), de Morrojable (Pájara) y en Pozo Negro (Antigua). En Gran Canaria se ha intentado solucionar el vacío en el sureste de la Isla con un radar de Gran Canaria pero aún queda un pequeño espacio poco antes de San Agustín y el siguiente radar en Maspalomas.

El SIVE de Tenerife continúa en pruebas y no cuenta con personal específico. Se ha solicitado un grupo de agentes a Madrid pero aún no hay respuesta. En la provincia occidental hay una antena que cubre desde Santa Cruz de Tenerife hasta la costa de los Gigantes y otra en La Gomera para controlar el sur de la Isla pero ninguna de ellas ha arrojado ningún resultado.

Lo cierto es que los medios contra la inmigración irregular se han incrementado año tras año pero aún no se cubren el 100% de las necesidades.