Flamenco maite dut
El Colegio Dunboa, con un 20% de inmigrantes en su alumnado, celebra la Semana de la Interculturalidad. Kale dor Kayiko impartió una clase
Diario Vasco,
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19-02-2009
IRUN. DV. Cuando en los despachos de los departamentos de Educación comenzaba a hablarse del ‘tratamiento a la diversidad’, el Colegio Público Dunboa ya tenía un largo camino recorrido. Hoy en día, un 20% del alumnado de este centro irunés procede de la inmigración. «Tenemos alumnos chinos, rumanos, argelinos, marroquíes, egipcios, gitanos, latinoamericanos…», dice Idoia Rekalde, la Jefa de Estudios. Cualquier aula de Dunboa es un embrión de la sociedad adulta que nos viene.
Estos días, el Colegio Público Dunboa celebra la Semana de la Interculturalidad. En las aulas, hay un continuo flujo de modos de vida, costumbres y conocimientos y se vive de forma natural. Suelen ser los mayores, y no los niños, los que se manejan con prejuicios. El objetivo de las actividades organizadas para esta semana no es otro que profundizar en las diferentes culturas y romper algunos tópicos.
Las exposiciones
En el pasillo central del colegio se han instalado dos exposiciones de fotografías. Una de ellas es la cedida por la asociación Watan, dedicada al pueblo saharaui. La otra, recoge, plastificadas, las imágenes del calendario editado en la comarca del Bidasoa por el colectivo socio – cultural gitano Kale dor Kayiko. «Hay varios alumnos nuestros en las fotos de ese calendario y algunas mujeres que forman parte de la asociación de madres y padres de alumnos del centro», dice orgullosa Idoia Rekalde. «Hoy en día, están perfectamente integrados. Pero todo esto lleva muchos años de trabajo detrás».
Kale dor Kayiko es un colaborador habitual del Colegio Público Dunboa. Hoy protagoniza, con una clase impartida en la Biblioteca, la actividad de la Semana de la Interculturalidad. La primera sesión acaba de terminar. El grupo de alumnos asistente (dos aulas de 2º y 3º de Primaria) sale taconeando, dando palmas y comentando la jugada en euskera y castellano. Ha sido divertido.
Mientras llega el segundo grupo (dos aulas de 5º), Kike Jiménez, responsable del colectivo gitano en la comarca del Bidasoa, Cristal Montoya, miembro del Grupo de Juventud y Juanjo Lozano, coordinador de Kale dor Kayiko, explican en qué consiste la actividad.
«Tratamos de darles a conocer la cultura gitana, a través de la música, utilizando un CD interactivo», cuenta Kike Jiménez. «La sesión consiste en escuchar el sonido de los instrumentos que se utilizan en el flamenco e identificarlos. Y lo mismo ocurre con el cante. Les hacemos escuchar los palos más antiguos y los que se van incorporando. Esto ya es más difícil de acertar. Sólo si hay niños gitanos en las gelas, distinguen las seguiriyas, la soleá, los tangos, las bulerías…».
«También escuchan músicas hechas por gitanos de otras partes del mundo y les ponemos algo de flamenco en euskera, que para muchos es un descubrimiento», añade Juanjo Lozano.
Los de 5º ya están sentados. Comienza la segunda sesión. Cristal Montoya dirige la clase. Se escuchan los sonidos del saxofón, la flauta travesera, el cajón, las palmas, el piano, el taconeo y la guitarra española. Cristal explica qué instrumentos son los clásicos y cuáles se han ido incorporando con las fusiones del pop, el rock, el blues y el jazz. Casi todos los chavales levantan la mano. Aciertan sin problemas qué instrumento suena en cada momento.
«Participan mucho, les encanta. Todos quieren hablar. Al fin y al cabo, el flamenco es música y les engancha».
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