La inmigración clandestina se había convertido en un lucrativo negocio para una veintena de georgianos que residían en España. Este grupo de extranjeros, relacionados entre sí y repartidos entre la provincia de Álava, Barcelona y su zona de influencia, se había organizado para robar tarjetas de residentes comunitarios y falsificarlas con la identidad de otras personas que no formaban parte de la Unión Europea.

Así, los miembros de esta amplia organización colaboraban en la entrada de inmigrantes ilegales y su libre circulación por el país con una documentación que les permitía llevar a cabo diferentes trámites sin levantar, en principio, ninguna sospecha. Por todo ello, la Policía Nacional les detuvo acusados de inmigración clandestina, falsificación documental y delitos contra los derechos de los trabajadores.

La investigación arrancó en agosto de 2007. El grupo de falsificaciones de Barcelona, que trabajaba desde hacía un tiempo con agentes lituanos, contactó entonces con el área especializada de extranjeros de la Policía Nacional en Vitoria. Efectivos catalanes habían descubierto que varios ciudadanos extracomunitarios estaban utilizando documentos sustraídos en aquel país como si fueran suyos y, según los primeros datos obtenidos en la operación, parecía que la red se extendía por la capital alavesa.

Operación abierta

Pocos días después, lograron localizar a tres georgianos por un delito de «falsedad documental y estancia irregular». Los arrestados llevaban pasaportes de Lituania, registrados en la base de datos de Interpol como robados en su país de origen, a los que habían cambiado o alterado las fotografías originales por las de sus nuevos portadores.

En septiembre, otros 14 georgianos eran detenidos en Vitoria por su implicación en el mismo delito. Dos de ellos circulaban también por el país con documentación lituana que figuraba en los registros de Interpol como robada, igual que en los anteriores casos, por lo que todo apuntaba a que podía tratarse de una red organizada de falsificación.

En total, han sido diez los pasaportes intervenidos. Los investigadores han encontrado, además, en poder de los arrestados – todos han pasado ya a disposición judicial – abundante documentación y billetes falsos de cincuenta euros. No descartan que la operación policial dé lugar a nuevas detenciones.