Como tantos otros tiene el corazón partido. Amsata Diallo es de Senegal pero lleva once años en Navarra y acumula siete meses de paro (automoción) que aprovecha para dar un nuevo impulso a la asociación que preside, AISENA (Asociación de Inmigrantes Senegales de Navarra) y que presta formación, cursos, apoyo escolar y ayuda en la búsqueda de empleo para un colectivo que aglutina a más de 700 personas de la que al menos cien no tienen papeles.

El ministro Rubalcaba negaba ayer que se hayan fijado cupos de inmigrantes irregulares a detener, un día después de asegurar que “la Policía tiene objetivos cuantitativos para combatir los delitos”. Quizás se sientan como una mercancía…

Muy frustrados porque nos afecta a todos, a legales e ilegales. Hay que perseguir la delincuencia de extranjeros y autóctonos pero no aprovechar una coyuntura económica para cachear a personas sin papeles en lugares que frecuentan (bares…) y tratarlas como delincuentes.

Se asocian inmigración y delincuencia…

No es verdad que se persiga la delincuencia sino la inmigración. Se aprovechan de que conocen los lugares que frecuentan ahora que no interesa que estemos porque no hacemos falta para ir contra el inmigrante irregular, para pedirles la documentación y dictar contra ellos una orden de expulsión. Sin otro delito que no tener papeles. La gente más conflictiva son los nuevos europeos del Este a los que no se persigue pero sí al subsahariano. Es racismo.

Es terrible, cada vez llegan niños más pequeños en pateras…

Las mafias saben que no expulsan a los menores y aprovechan porque los llevan a centros de internamiento, y engañan a las familias. En realidad se llevan el futuro del país.

¿Cómo se vive con una orden de expulsión?

Sin libertad, con miedo a salir…

¿A qué se dedican?

Hay senegaleses que llegaron en pateras y se dedican a la venta de CD, que es un delito. En Navarra habrá unos quince. Desde la asociación estamos advirtiendo a los jóvenes que llegan de esta situación para evitar que entren en operaciones donde, por otro lado, es muy fácil que intervenga la Policía. En una primera vez, si no hay vuelo el día que se fija para la expulsión los sueltan después…

Los jóvenes que llegan en pateras casi siempre cuentan con el apoyo de otros compatriotas…

Así es, aunque no sean parientes se les acoge en pisos. Conocemos aquí dos casos de jóvenes que vendían CD en la calle y tienen sendas órdenes de expulsión pero mantienen su actividad a pesar de que se les ha avisado de los riesgos. Tienen 21 y 18 años, viven en el Casco Viejo y en San Jorge. Hemos hablado con las personas con las que conviven (siete en un piso), de Senegal para que no les obliguen a compartir gastos de la vivienda, pero no es fácil. Se ven presionados a buscarse la vida. Por otro lado, se colabora con el Banco de Alimentos para repartirles comida. Cruz Roja o Cáritas también cuentan con pisos de acogida pero son pocos y pueden estar un tiempo nada más.

Tiene que ser muy duro empezar de cero en esas condiciones…

Estos chicos no pueden trabajar porque no tienen papeles y además llegan psicológicamente destrozados. Hemos podido ayudas al Gobierno para que puedan disponer de un servicio de atención psicológica. Han dejado a su familia y han sufrido el frío, la muerte, el hambre… Uno de éstos últimos chavales compartió patera con 50 personas de las que llegaron poco más de veinte, el resto se murieron por el camino, a su lado…

¿Cómo os está afectando la crisis?

No hay muchas oportunidades de trabajar. Los principales sectores eran construcción, agricultura y ganadería pero en Navarra no hay mucha economía sumergida, y hay muchas bajas por despido. Algunos acuden a trabajar a asociaciones como Traperos de Emaus y esperan tres años para empezar a tramitar el arraigo. Además, los empresarios saben que tienen que pagar el billete de vuelta si contratan a irregulares. Los legales están muchos en el paro o con subsidios en espera.

¿Hay alternativas de empleo?

Queremos hacer propuestas. Tengo un proyecto que quiero presentar al Ayuntamiento de Pamplona para montar una huerta ecológica, necesitamos unas pocas hectáreas de terreno para legumbres y verduras.

¿Qué respuesta tiene entre los inmigrantes el retorno voluntario?

Escasa. Es gente que ya tenía planes de marcharse pero lo que se cobra de paro es poco, otra cosa es que reconocieran derechos como la jubilación… Sin olvidar que el 42% de los trabajadores que cotizan a la Seguridad Social son inmigrantes .