ARRECIFE, España (AFP) –
Al menos 21 inmigrantes clandestinos murieron al naufragar en la noche del domingo su embarcación cerca de las costas de Arrecife, en la isla canaria de Lanzarote (suroeste de España), indicó a la AFP una portavoz de Salvamento Marítimo.

Este lunes se han recuperado 16 cadáveres, que se suman a los cinco hallados el domingo, uno está desaparecido y seis fueron rescatados, dijo la portavoz.

Las 21 víctimas, entre las que hay 14 niños o adolescentes y dos mujeres, se ahogaron el domingo por la noche al volcar la embarcación en la que navegaban cerca de una treintena de inmigrantes clandestinos, la mayoría era de origen magrebí.

El naufragio ocurrió en una zona rocosa, a pocos metros de las costas de Arrecife, al oeste de la isla canaria de Lanzarote.

Cinco cadáveres de inmigrantes ahogados fueron recuperados del agua en la noche del domingo, mientras que los otros 16 cuerpos fueron recuperados en la mañana de este lunes.

Seis de sus ocupantes pudieron ser salvados por un grupo de surfistas que se encontraban en el lugar en el momento del naufragio, explicó a la AFP una portavoz de la delegación del gobierno en Canarias.

Cuando vieron, desde la playa, como zozobraba la embarcación, los surfistas utilizaron sus tablas para ir a salvar a las personas en el agua, según esta portavoz.

Cinco de los supervivientes se encontraban en estado de hipotermia, por lo que tuvieron que ser ingresados en un centro hospitalario.

Según uno de los supervivientes, un total de 28 personas iban a bordo de la embarcación.

Este es uno de los peores dramas ocurridos en España, después de que en septiembre pasado, otros 14 inmigrantes clandestinos murieran al intentar llegar a Canarias en una embarcación junto a otros 46 compañeros y este lunes, otra embarcación con 65 inmigrantes clandestinos subsaharianos fue interceptada cerca de las costas de la isla canaria de Tenerife.

España es una de las principales puertas de entrada para los inmigrantes africanos en Europa y el archipiélago de las Canarias ve llegar regularmente a sus costas embarcaciones cargadas de inmigrantes clandestinos.

Las llegadas a estas islas descendieron un 71% desde 2006, cuando se registró la cifra récord de 31.678 personas, gracias a la mayor vigilancia en el mar y a la colaboración con los países emisores, principalmente Senegal y Marruecos.

Las travesías de estos inmigrantes se convierten a menudo en dramas silenciosos sin que haya una estadística fiable sobre el número de muertos, mientras los supervivientes declaran a menudo haberse visto obligados a tirar al mar los cuerpos de sus compañeros muertos durante el viaje.

Según la organización andaluza de defensa de los derechos humanos, APDH – A, en 2007, habrían muerto unos 921 inmigrantes clandestinos intentando llegar a España.