Sucesos

"Resbalaban y se iban al fondo"

Canarias 7, C. Inza Teguise, 17-02-2009

Christian Hunt, el surfero de 39 años que salvó a los seis supervivientes de la patera que naufragó en la tarde-noche del domingo frente a la localidad de Los Cocoteros, en el municipio de Teguise, todavía ayer mientras seguía desde tierra las labores de rescate de los cuerpos desaparecidos seguía sin creerse su hazaña en esta tragedia. «Es que ni me lo pensé…, serían las 18.20 horas de la tarde, cuando me avisó mi mujer de que se había hundido una patera a muy pocos metros de nuestra casa, entonces salí y vi todo lleno de cabezas de gente en el agua», dice este deportista. «Había varios que intentaban agarrarse a la patera volcada pero se resbalaban y se hundían, apenas tenían fuerza, estaban entumecidos y las ropas les pesaban, así que se iban para el fondo…»

Relata cómo entonces se echó al agua y gracias a una tabla de surf pudo ir sacando uno a uno a los supervivientes. «Sólo a los que pudieron agarrarse a la barca fui acercándolos a la costa mientras el resto de vecinos y varios policías locales de Haría ayudaban a los náufragos a salir por los riscos», dice. «Estaban extenuados, entumecidos y apenas podían ni moverse y se iban para el fondo sin poder nadar», continúa, añadiendo que «sólo los que se agarraron a la patera pudieron salvarse, la mar estaba muy picada y sólo podían agarrarse a la patera los de los extremos, porque el resto se resbalaban y se iban al fondo porque la barca era de fibra». «Vi a varios morir ahogados», añade con dolor.

Recuerda de forma especial que al ir a sacar a un hombre adulto que estaba agarrado a un lado de la patera no lo dejó. «Me dijo que fuera a por el chico, su hijo, que tenía unos 15 años» (el único menor superviviente». El adolescente estaba agarrado a un bidón de gasolina y por medio de la tabla de surf pudo sacarlo. «Después fui a por otro, y así hasta seis, el último me ayudó a sacarlo Jonathan, que también se metió conmigo, fue muy valiente», añade Christian.

Jonathan Camarasa, de 22 años, ayudó a salir al último superviviente, un hombre maduro que se había enredado en las cuerdas de la barca. «Pude ayudarle a salir gracias a la tabla», dice. Christian no recuerda cuánto tiempo pudo estar en el agua sacando gente, pues «todo sucedió muy deprisa. Cuando salí estaba helado, hacía un frío tremendo y la mar estaba muy brava, ya era noche cerrada y no se veía nada».

Christian vuelve a tomar la palabra: «si no llega a ser por la tabla de surf no hubiera podido salvar a nadie». Y se frota la cabeza al explicar que no vio niños. «No hubiera podido resistirlo, yo mismo soy padre de dos niñas».

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