Una familia denuncia agresiones y amenazas de muerte por parte de unos vecinos conflictivos
El padre, disminuido físico, fue apaleado por tres jóvenes el pasado miércoles a la puerta de su propia vivienda
La Verdad,
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17-02-2009
Una familia de etnia gitana se encuentra atemorizada por sus vecinos, una mujer y sus tres hijos con edades comprendidas entre los 23 y 19 años de edad, también de etnia gitana, tras las continuas agresiones que están sufriendo tanto ellos como sus propiedades. Rafael Fernández Amador de 43 años de edad y su familia, ya no saben qué hacer para que esta familia los dejes en paz, quieren que la Justicia tome medidas antes de que ocurra una tragedia.
Esta situación comenzó en el mes de agosto, cuando, según Rafael, sus vecinos que tienen la vivienda a diez metros de la suya, quemaron una cueva que tenía y los denuncios. Desde entonces, según Rafael, son continuas las amenazas que está teniendo diciéndoles «te tenemos que matar, vamos hacerte la vida imposible, no te vamos a dejar vivir».
Y así esta sucediendo. La última agresión se producía el pasado miércoles, cuando Rafael se encontraba sentado en la puerta de su domicilio, ubicado en la calle Fátima junto al barranco de la Mina. Aprovechando su discapacidad física, los tres jóvenes se acercaron a él con un palo y le agredieron, causándole una fractura en la mano. Su mujer y su hija menor de edad, al ver lo que ocurría salieron de la vivienda, y también fueron agredidas, teniendo que ser atendida la joven al sufrir un corte de navaja en la mano y la madre varios moratones. Agustina, mujer de Rafael, ha señalado muy afectada que «estamos aguantando que continuamente nos tiren piedras al tejado y nos insulten».
Fuego en el cobertizo
Alertados los familiares tanto de Jumilla como de Castellón hacen guardia para evitar que sigan atentando contra ellos. Los hermanos de Rafael tienen miedo «el miércoles también le prendieron fuego a un cobertizo que tienen junto a la casa, gracias a que la chiquilla se dio cuenta, si es por la noche, no se lo que hubiese ocurrido», según han manifestado. Rafael que a penas tiene visión debido a una enfermedad y camina ayudado por un bastón, ha tenido que pedirles a sus hermanos que vayan a su casa, sobre todo por la noche, por miedo a que ocurra alguna tragedia «esta gente es muy peligrosa, la mujer fue desterrada de Jumilla hace años y desde que volvió no deja en paz a los vecinos».
La familia dice que están cansados de sufrir estas agresiones «no podemos seguir así, ponemos denuncias, ésta es la quinta o la sexta no sé, pero nadie hace nada, continuamos igual, esperando que la Justicia ponga medios cuanto antes ya que tenemos que seguir viviendo aquí, no tenemos medios para poder marcharnos».
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