- ¿Cuál es el objetivo de las detenciones masivas?
–Generar temor entre los inmigrantes. La presión policial ha provocado un sentimiento de miedo en el colectivo inmigrante, que ha llevado a muchos «irregulares» a regresar a su país  o a emigrar a otros lugares.
- ¿Son expulsados todos los detenidos?
–No. El 90 por ciento de los expedientes de expulsión no se llevan a cabo. Por ello, en algunas comisarías se estableció como prioritaria la detención de marroquíes. Su expulsión se hace por carretera que es mucho más barato. También recomendaban evitar a los bolivianos, debido a que su deportación es mucho más complicada: más cara y pocas plazas en los vuelos.
- ¿Cómo se ha podido llegar a esta situación?
–Los sindicatos policiales llevan denunciando los hechos desde hace ocho meses y señalan como responsable al jefe superior de Policía de Madrid, que ya impuso los cupos en Valencia, su último destino. 
- ¿Cuáles son los colectivos más afectados?
–Sobre todo los marroquíes, bolivianos, ecuatorianos y brasileños. Según las asociaciones de inmigrantes, los agentes paran a cualquiera que no tenga rasgos europeos, le identifican y, aunque no tenga antecedentes, le abren un expediente de expulsión.