DV. La dirección foral de Infancia culminó ayer en cinco horas el complejo y delicado plan de cambiar de residencia a 55 menores inmigrantes, de los 200 actualmente atendidos por la Diputación. La medida surgió ante la necesidad de realojar a estos chavales en centros más adaptados a sus necesidades. No se trata de una medida disciplinaria, sino de reacomodo en función de la apertura de nuevos centros, el último ayer mismo.

El traslado de los menores se materializó entre las 8 y las 13 horas. El plan de realojo se preparó con semanas de antelación, pero su ejecución requería llevarla a la práctica en el menor tiempo posible. La experiencia indica que algunos de los menores provoca incidentes cuando van a ser trasladados de centro, como ocurrió en Segura en febrero del año pasado, cuando cuatro chavales prendieron fuego al albergue en el que residían precisamente el día previo a su traslado. Este hecho se repitió ayer en Tolosa, aunque fue un incidente menor.

Apoyo de la Ertzaintza

La planificación de los traslados incluyó la utilización de furgonetas de las empresas que prestan el servicio de atención a estos menores, algunas de ellas desplazadas desde la sede central en Madrid. A su vez, se contó con la presencia de la Guardia Municipal y de la Ertzaintza para prevenir los incidentes que podrían provocar los chavales más problemáticos.

La redistribución se produjo sin problemas, excepto en el caso citado de Tolosa. Dos de los ocho chavales allí alojados prendieron fuego a un colchón, provocando un incendio de pequeñas dimensiones que afectó a dos habitaciones de la segunda planta. Este centro de Tolosa ha sido problemático y ayer se procedió a su cierre definitivo.

La clausura de la residencia de Tolosa ha sido posible tras la apertura de los nuevos recursos destinados al acogimiento de urgencia (donde se atiende a los menores extranjeros recién llegados) y a la red básica (pisos y residencias). El centro de Tolosa ha sido sustituido por el inaugurado ayer en Donostialdea.

La Diputación explica que la redistribución ha sido originada por la necesidad de reacomodar a los menores en el tipo de servicio adecuado a su problemática. Por ejemplo, se da el caso de chavales que han pasado por la fase de acogimiento especializado (los más problemáticos) y que, dada su buena evolución, se les ha trasladado a los recursos básicos.

También ocurre al contrario, menores que residían en pisos o residencias y que han empezado a dar problemas. Estos han sido llevados a centros especializados.

Un tercer grupo es el de chavales que acaban de recalar en Gipuzkoa y que se encontraban en fase de valoración. Estos han pasado al acogimiento de urgencia.

Otro colectivo de menores, los que han cumplido 18 años, abandonan el servicio de residencia y entran en el de emancipación.

Los responsables forales explican que esta redistribución se ha realizado en unas pocas horas «para evitar desajustes. Finalmente, sólo ha habido uno. Es el caso de dos chavales residentes en Tolosa, presuntamente causantes del incendio. Iban a ser trasladados a un centro especializado, algo que no aceptaban».

La Diputación prevé abrir nuevos centros para la atención de menores inmigrantes, colectivo que el año pasado aumentó un 50% respecto a 2007. En breve, se aprobará el concurso para poner en marcha tres residencias. La red contaría con un centro de urgencia, tres para chavales problemáticos y diez en la red de pisos y residencias. En total, 86 plazas, número que la Diputación estima suficiente para atender la demanda.