la otra mirada
Victoria internacional
Los integrantes de la candidatura del PNV por Bizkaia disputaron ayer un partido amistoso con inmigrantes que habitualmente juegan el 'Mundialito' en Lamiako. Un partido por la integración y la oficialidad de las selecciones vascas.
Deia, 15-02-2009SI esto fuera una crónica deportiva, habría arrancado con la ficha de las alineaciones de los equipos, los goles y el minuto en el que se marcaron, el nombre del árbitro… Pero no lo es. Porque el partido de fútbol disputado ayer en el campo de Lamiako tampoco fue un partido al uso. No se trataba de una competición deportiva. Fue más un amistoso que no cuenta para la clasificación, pero que sirve para unir lazos: los de la candidatura del PNV por Bizkaia y los inmigrantes que habitualmente participan en el Mundialito de este barrio leioaztarra. Un amistoso que sirvió también para reivindicar la oficialidad de las selecciones vascas.
Camiseta verde para los jeltzales; roja para los integrantes del equipo del resto del mundo – integrado por colombianos, ecuatoreños, un brasileño, chilenos, una paraguaya… – . Y pantalón blanco para todos. Los colores de Euskadi. No hubo saque de honor; sí una breve intervención del capitán del equipo verde, Andoni Ortuzar, quien explicó que, a diferencia de lo que ocurre en el resto del Estado, donde los inmigrantes deben acreditar diez años de residencia, en Euskadi sólo necesitan estar empadronados aquí para federarse. Ortuzar tuvo una premonición: “No voy a decir que gane el mejor, porque entonces nos ganarían. Que gane el que más goles meta”.
En un encuentro internacional como éste, los árbitros eran caseros. El colegiado internacional Xabier Losantos Omar, que integra la plataforma Hemen Ibarretxe, se encargó de pitar el primer tiempo. En el segundo, le tomó el relevo el chileno Lutxo – “con tx, que llevo treinta años viviendo aquí y me lo he cambiado” – coordinador general de la asociación Asmul, que organiza el Mundialito. Nadie podía decir que el árbitro estuviera comprado. Tampoco hizo falta comprarlo. La superioridad de la que hicieron gala en el calentamiento los del equipo rojo acabó imponiéndose, aunque fueron los de verde los que estrenaron el marcador. El primer tanto fue de Joseba Aurrekoetxea, miembro del EBB y responsable de la campaña electoral jeltzale. “Queda todo el segundo tiempo todavía”, decía en el banquillo rojo Sheila.
El empate no tardó en llegar. “Les vamos a ganar”, auguró Clelia, una ecuatoriana que juega en la defensa junto a su hermana Carmen. Casi seguido, su equipo marcó de nuevo.
“Es más malo que la tiña”, decían en el banquillo verde de un compañero – sin dar nombre para no herir su orgullo deportivo – que perdió el balón tras una carrera por la banda.
“¿Tenéis un caramelo de menta?”, preguntaba al inicio del descanso el entrenador de los jeltzales, Jesús Bezi, Piti, que se había desgañitado dando instrucciones a los suyos. En el banquillo rojo, Agustina explicaba la condescendencia de su equipo: “Si los ganamos por mucho no se van a animar a jugar la revancha”.
En el inicio del segundo tiempo, el equipo jeltzale marcó su segundo gol. Jugadores de uno y otro equipo entraban y salían del campo durante todo el partido. Se hicieron muchos cambios, hasta el punto de que incluso Piti saltó al terreno de juego en los últimos minutos. El tercer tanto, el de la victoria final del equipo rojo aguó a los jeltzales el final del segundo tiempo. “Injusto”, ironizaba José Luis Bilbao, diputado general de Bizkaia.
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