Más de 45 detenidos en una operación de la Policía Nacional y la Guardia Urbana en 14 prostíbulos encubiertos
Peluquerías con sorpresa
La Vanguardia, , 12-02-2009LUIS BENVENUTY – Barcelona
La policía no descarta que estos negocios puedan formar parte de una organización criminal
Dos jóvenes chinas salen a la puerta de la peluquería para decirle adiós. El orondo cuarentón con chaqueta y corbata se despide de las mujeres con cariñosos gestos. A los pocos minutos, agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Urbana irrumpen en el negocio, en el número 38 de la barcelonesa calle Rosselló.
En el piso de arriba, en un pequeño cubículo con paredes de pladur, el treintañero con gafas salta de la camilla de masajes y se sube precipitadamente los pantalones. “Yo he venido a hacerme un masaje en la espalda”, dice a los policías. A su lado, de pie, tras un farol chino rojo, una asiática en ropa interior pone cara de circunstancias. Un segundo hombre, también español, abandona rápidamente el lugar tras ser identificado por los agentes. En la papelera, preservativos usados.
La Policía Nacional y la Guardia Urbana inspeccionaron ayer diecisiete peluquerías chinas sospechosas de ocultar otras actividades relacionadas con la prostitución y de propiciar la explotación sexual. Tres de ellas estaban en regla. En el resto fueron detenidas unas treinta personas por estar en España en situación irregular. Otras dieciséis están imputadas por un delito contra los derechos de los trabajadores. Las pesquisas permanecen abierta. No se descarta que estos tinglados puedan estar relacionados entre sí y formar parte de alguna organización criminal de mayor envergadura. Los negocios registrados se encuentran repartidos por toda la ciudad, pero se concentran en el Eixample.
“No me lo puedo creer”, aseguran dos mujeres en edad provecta tras salir de la entrecomillada peluquería de Rosselló. En esos mismos instantes, media docena de acalorados sexagenarios se visten de modo apresurado en sendas habitaciones situadas en la trastienda del número 497 de la Gran Via. Sofocados, enrojecidos, las palmas de sus manos barren las perlas de sudor de su frente. Todos son occidentales, las mujeres que los acompañan, chinas.
“Abrieron hace cosa de medio año – prosigue una de las mujeres deRosselló-,y yo vengo una vez al mes a que me hagan un masaje en las vértebras. Los hacen muy bien. Es verdad que vienen muchísimos señores, pero nunca me hubiera imaginado que…”. “Tienen que haberse equivocado – agrega otra vecina-,yo vengo aquí a peinarme”.
La discreción es la nota características de estos tinglados. Pero a los investigadores les llamó la atención que las direcciones publicadas en algunos anuncios por palabras se correspondieran con las de estos negocios. Los agentes apostados en los alrededores durante las últimas dos semanas se percataron de que demasiados clientes salían de las peluquerías con el mismo peinado con el que entraron. Algunos de estos salones apenas cuentan con un par de tijeras. Se disimulan entre las muchas peluquerías especializadas en los recios cabellos orientales que se abren recientemente por todo el país. Y es que en China las prostitutas han sido tradicionalmente reeducadas a través del trabajo en fábricas, y los proxenetas, condenados a cadenas perpetuas. De modo que allí lo frecuente
XAVIER GÓMEZ es que las tapaderas sean de lo más sofisticadas. Las primeras peluquerías prostíbulo detectadas en Catalunya se encontraron hace un lustro en el colomense barrio del Fondo. Por aquellas fechas, ya se hablaba en los foros de internet de los aficionados a la prostitución de la incipiente apertura de esto tipo de negocios en Madrid.
Con todo, aquellos primeros salones eran sólo para chinos. Se daban a conocer por el boca a boca. Ahora, en los últimos tiempos, a medida que han comenzado a proliferar por la capital catalana, se han abierto al resto de la población. Ahora la mayor parte de los clientes son catalanes, tal como quedó patente en la macrorredada de ayer.
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