Asignatura pendiente
Padres de alumnos denuncian «deficiencias» y reclaman «más seguridad» en el colegio público Mugika-Solokoetxe del Casco Viejo
El Correo,
,
12-02-2009
Padres de alumnos del colegio Mugika – Solokoetxe, situado en el corazón del Casco Viejo de la capital bilbaína, han denunciado la existencia de «deficiencias» en el centro. Según explican, el inmueble – un precioso edificio de Ricardo Bastida con más de noventa años de historia – tiene ya demasiados achaques propios de la edad que no han sido solucionados. Muchos de estos defectos son de carácter estético y otros provocan molestias, como la falta de lugares de almacenaje o las ventanas vetustas que dejan pasar todo el ruido del intenso tráfico de La Ribera. Pero no son estos problemas los que más preocupan a los progenitores. Sus inquietudes se centran en la red eléctrica, que es antediluviana y discurre al descubierto en buena parte del colegio. Sobre todo, desde que un incidente ocurrido el pasado 17 de febrero alimentó sus temores. Ese día, una sobrecarga en una caja de registro provocó una humareda que requirió la presencia de los Bomberos y la evacuación de los pequeños, el 80% de familias inmigrantes.
«Fue la gota que colmó el vaso. Ya estábamos preocupados antes, pero ahora mucho más», señala una de las madres. También se hace eco de un clamor general al exigir a las administraciones «más seguridad». La comunidad de padres destaca la «mala accesibilidad» del edificio que, en caso de incendio, dificultaría el desalojo de los niños, de Infantil y Primaria. Sobre todo, de los más pequeños, de dos años, cuyas aulas han sido ubicadas en la cuarta planta. «Si pasa algo, ¿cómo van a sacarles rápido ?», se preguntan.
Al margen de estas preocupaciones, lo cierto es que la realidad del día a día ya les ha dado motivos suficientes para renegar de las escaleras. «Los chiquitines se caen todo el rato, llevan las escaleras tatuadas en las rodillas», se lamentan. Para colmo, muchos de los chavales están allí de rebote, ya que habían solicitado plaza en el colegio Maestro García Rivero, en Atxuri, más cercano a su domicilio. Se quedaron sin sitio y tuvieron que «conformarse» con la alternativa de matricular a sus niños en Mugika. Una cuestión que el Ejecutivo autónomo «revisará» el curso que viene.
«No existe peligro»
«Aunque la escuela nos pilla algo alejada, aceptamos porque nos prometieron que iban a subsanar los problemas de inmediato. Nos sentimos abandonados por las administraciones». Algunos de los padres están tan «hartos» que tienen intención de cambiar a sus hijos de centro el próximo curso y recurrir a colegios privados o concertados.
Por su parte, fuentes del Departamento de Educación del Gobierno vasco admitieron que conocen estas reclamaciones y que el colegio necesita mejoras. Sin embargo, insistieron en que «no existe ningún peligro para los niños». En este sentido, aclararon que el cortocircuito del mes pasado no revistió peligro alguno. «Y al día siguiente, ya estaba el cuadro arreglado», declararon. No obstante, desvelaron que la reforma del edificio – prevista para 2011 y contemplada en el plan del Gobierno vasco que dedicará en los próximos cuatro años 700 millones a la renovación de centros escolares – , se adelantará y se acometerá «lo antes posible, seguramente el curso que viene». El Ayuntamiento aseguró que dentro de sus competencias – que se limitan al mantenimiento, limpieza y vigilancia – han atendido las demandas del centro.
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