La Diputación ha lanzado un SOS al Ayuntamiento de Vitoria para atender el ingente número de menores extranjeros no acompañados que debe tutelar, y que ha «saturado» los recursos forales. El ‘efecto llamada’ que existe entre estos chicos ha motivado que la situación actual sea «insostenible» ya que los servicios provinciales acogen a un centenar de menores inmigrantes, cinco veces más que hace sólo un año. Según ha podido saber EL CORREO, esta llamada de auxilio se ha traducido en la pernoctación «ocasional» de algunos de estos jóvenes, más de una docena, en recursos del Consistorio, como el Centro Municipal de Acogida Social, conocido como el ‘Camas’.

Esta medida, «a todas luces excepcional» pero que lleva semanas adoptándose, ha sido notificada a la Fiscalía de la Audiencia Provincial de Vitoria, encargada de velar por la atención de los menores. La decisión parece no ser de su agrado. Y es que fuentes del Ministerio Público aseguraron estar «muy preocupados» porque «están durmiendo menores en centros para mayores». El Gabinete Lazcoz, por su parte, también ha comenzado a poner reparos a la colaboración.

Los envíos no son masivos (una o dos personas por noche), aunque sí puede calificarse de constantes. Apenas pasan un día o dos en el albergue municipal, hasta que la institución foral, competente en la materia, encuentra una alternativa. La colaboración iniciada entre ambas administraciones sólo se haría efectiva siempre que el Consistorio disponga de plazas libres.

El problema, de gran calado, no tiene fácil solución y de haberla, «la debería proporcionar el Ministerio del Interior», argumentan fuentes próximas al Palacio de la Provincia. El último paso se dio en Madrid, hace ya un par de semanas. En aquellas fechas, en el encuentro que reúne a todas las comunidades autónomas, la institución foral solicitó al ministerio que de «manera urgente» planifique una redistribución adecuada de estos jóvenes, para que cada provincia acoja a tantos como les corresponda por su capacidad económica o volumen poblacional. El argumento es concluyente: si Álava alberga a un centenar de menores, Madrid a 250, Galicia a otros cien o Navarra sólo una docena.

Nuevos recursos

«Solidaridad sí, pero hasta cierto punto», advirtió hace ya un par de meses del diputado general, Xabier Agirre. Según las cifras oficiales, el territorio cerró 2008 con un centenar de chavales, cinco veces más que en 2007. Pero es que a lo largo del pasado ejercicio, la Diputación llegó a atender a 178, procedentes del otro lado del Estrecho – la mayoría tiene 17 años y el movimiento de entradas y salidas es constante – . Esta cifra, la más alta de la historia, supera con creces la capacidad máxima de la institución, cifrada en torno a 70 jóvenes.

Durante el último año, el equipo de la diputada de Política Social, Covadonga Solaguren, ha capeado el temporal habilitanto diferentes recursos de acogida, como un piso de emancipación de 7 plazas, una unidad de acogida en el santuario de Estíbaliz (24 camas) u otra provisional de 8 en Casa Loyola, dependiente de la Fundación Jesús Obrero.

Pero este mapa de recursos cambiará de forma considerable a partir de este segundo trimestre, cuando se abra el nuevo centro foral para menores extranjeros no acompañados, ubicado en la calle San Ignacio de Loyola, en Coronación, y con un aforo para 24 chicos. Este servicio no se sumará a los recursos existentes, sino que provocará el cierre de muchos de ellos, una decisión que coincide con la voluntad del Gobierno foral de resolver este problema.