Un inmigrante boliviano de 29 años de edad, Fernando E. G., ha sido condenado por la sección quinta de la Audiencia Provincial, con sede en Cartagena, a ocho años y seis meses de prisión por violar a una niña de once años.

El tribunal lo declara autor de un delito continuado de abuso sexual, al considerar probado que de marzo a diciembre del 2005 realizó en varias ocasiones tocamientos en pechos y nalgas y, en una ocasión, bajó los pantalones y violó a la menor.

Lo hizo aprovechando que la niña estaba en el piso de San Javier donde él (vecino de Mula) vivía de alquiler junto a varios compatriotas.

Se quedó embarazada

La víctima era hija del matrimonio que le arrendaba la habitación, y que desconocían los abusos a los que estaba siendo sometida la niña.

Los abusos salieron a la luz después de que la menor se quedó embarazada. Le practicaron un aborto, pero «no pudieron hacerse pruebas que permitieran asegurar que el feto fue el fruto de la penetración de que fue víctima», señala en su sentencia el tribunal.