Italia mide su xenofobia
Una serie de sucesos con extranjeros como víctimas o autores vuelve a plantear si hay un auge del racismo y el presidente de la República opina que sí
La Verdad,
,
03-02-2009
En Italia se habla estas semanas de racismo y xenofobia porque los extranjeros, además de la crisis de Lampedusa, están protagonizando muchas noticias. Que sea como delincuentes o como víctimas viene a ser lo mismo, porque en ambos casos se habla de xenofobia, por demonización colectiva en el primer caso, por móvil de sus agresores en el segundo. Dos sucesos recientes son el ejemplo. La violación de una chica por cuatro rumanos en Guidonia, cerca de Roma, que ha causado la ira popular, y el ataque del sábado de tres jóvenes italianos, uno de 16 años, a un mendigo indio, al que golpearon y quemaron en otro pueblo de la capital, Nettuno. Se halla en estado grave. Lo hicieron «para divertirse y ver cuánto duraba» y podía haberle tocado a un indigente italiano, pero este último caso llevó hoy al presidente de la República, Giorgio Napolitano, a advertir que «no se trata de hechos aislados, sino síntomas alarmantes de tendencias difusas que están creciendo». Hizo un llamamiento a las instituciones a combatir el racismo.
No se sabe si realmente hay una oleada de racismo, pero el tema está en los medios, con mayor o menor exageración por parte de la prensa y bastante responsabilidad de los políticos, desde los meses previos a las elecciones de mayo de 2008. Exactamente desde el 30 de octubre de 2007. Ese día del presunto robo de un bebé por parte de una zíngara en Nápoles, comenzó la sonada campaña contra los gitanos, con un censo y destrucción de campos. Luego se gestó un gran paquete de medidas de seguridad. En este clima han proliferado las iniciativas pintorescas contra inmigrantes de los alcaldes de la Liga y hasta grupos fascistas asoman la cabeza en Roma.
En Lucca, por ejemplo, el alcalde de Forza Italia, el partido de Berlusconi, ha prohibido los comercios de kebab, porque son «incompatibles con el centro histórico y ajenos a la tradición toscana». Otro alcalde de la Liga Norte, en Azzano Decimo, acaba de prohibir rezar a los musulmanes en su municipio. La Liga Norte hace manifestaciones en Florencia contra la construcción de mezquitas y ha propuesto que los médicos estén obligados a denunciar a los extranjeros clandestinos que vayan a urgencias. Hay otros factores que completan el fenómeno. Uno es la distorsión de la realidad: el 58% de las violaciones del año pasado fueron obra de italianos, y el 9%, de rumanos, pero parece que sólo son noticia estas últimas.
En la agresión sexual de Nochevieja en una fiesta de Roma, el primer caso de esta oleada, el autor fue un joven italiano de buena familia. El juez sólo ordenó arresto domiciliario.
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