Agresores en Zarautz

Diario Vasco, Alberto Caballero, 03-02-2009

La diferencia entre las personas la marca el individuo no la nacionalidad, la raza o el color de la piel. Tanto unos agresores como otros deben pagar, sean nacionales o inmigrantes. Me da lo mismo.

Tan asquerosa es una agresión como otra. Es un tema de falta de seguridad ciudadana, falta de educación, falta de respeto y sobre todo falta de humanidad.

Este pasado domingo, día 1 de febrero, a las 19.30 de la tarde – noche, mi novia fue agredida por dos jóvenes inmigrantes en la calle Gipuzkoa, en Zarautz.

Un robo planificado, en el que la experiencia en este acto era evidente; uno de ellos la empujó por la espalda tirándola contra el bordillo, al suelo, mientras el otro repugnante personaje le propinaba una patada intentando robarle el bolso lo cual no pudieron lograr por la resistencia que opuso mi chica agredida.

Gracias a la aparición de dos jóvenes zarauztarras, (que desde aquí quiero agradecer profundamente), que pasaban en coche deteniéndose en pleno acto, consiguieron así que cesaran en el empeño, aunque los agresores lograron huir corriendo.

Con esto queremos hacer saber a todo zarauztarra que estamos en peligro de algún suceso grave que adelanto ocurrirá en Zarautz por culpa de gente indecente que planean robos con agresión e intimidación.

En definitiva y hablando claro, hasta que alguna persona sea gravemente herida no habrá una sentencia contra esta gente, que se arresta y como «no han hecho nada» palmadita en la espalda y otra vez en la calle.

No vamos a dejarnos intimidar, no cesaremos hasta que paguen por lo que han hecho, por que ahora mismo cualquier persona de nuestra villa está en peligro y esto hay que solucionarlo cuanto antes, y vamos a conseguirlo. ¿Quien dijo miedo?; al contrario, estamos vigilándolos.

Sólo pido que se reaccione ante la farsa de este sistema judicial, y que los políticos tomen decisiones sobre este tipo de gente que dejan llegar para su integración en nuestra sociedad; es que me hace gracia ¿integración?; estamos equivocados, la mayor parte de esta gente invade nuestro pueblo.

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