El Casco Viejo sigue siendo el barrio preferido para fijar su residencia, con casi 400 padrones nuevos en 2008

vitoria. La capital alavesa crece a ritmo constante. Hace ya varios años que superó la barrera de los 230.000 habitantes debido, en buena parte, al aumento de la inmigración. Se calcula que cada día cerca de 15 extranjeros llegan a la ciudad para tratar de encontrar un trabajo. Este fenómeno ha hecho que, en la actualidad, cerca de 25.000 inmigrantes hayan fijado su residencia en Vitoria.

Su presencia ha ocasionado también cambios notables en los barrios. No todos crecen al mismo ritmo, ya que, a la hora de encontrar una vivienda, hay zonas que resultan más atractivas que otras para la población de nacionalidad extranjera. El Casco Viejo es uno de los barrios con mayor presencia de inmigrantes. El precio de los alquileres, algo más bajos que en el resto de la ciudad, ha sido un factor decisivo en este sentido, hasta el punto de que ya hay quien empieza a advertir del fenómeno gueto que están padeciendo sus calles.

Fue en el año 2002 en el que la almendra acogió a un mayor número de extranjeros. Un total de 1.155 personas fijaron su residencia en esta zona, casi el doble que con la entrada del siglo XXI. Desde entonces, los empadronamientos en el Casco Viejo han ido descendiendo poco a poco, salvo el pasado año. En 2008 se registró un nuevo repunte al llegar hasta los 1.007 nuevos habitantes, 400 más que el año anterior.

Sin embargo, la forma de repartirse la población extranjera entre los barrios gasteiztarras empieza a dar un giro importante. En 2008, y por primera vez, el Ayuntamiento ha tenido constancia en sus registros municipales de empadronamientos en las zonas nuevas de Vitoria. Es el caso de Salburua o Zabalgana, donde en el último año se han instalado más de medio centenar de extranjeros.

Cabe destacar también que otros barrios gasteiztarras que tradicionalmente han acogido un mayor número de inmigrantes, como es el caso de Arana, Aranbizkarra o Adurza, han perdido población en los últimos cinco años.

36 nacionalidades En cualquier caso, parece evidente que el padrón de hoy en día nada tiene que ver con el de principios del siglo pasado. Si en 1920 residían en la ciudad 372 extranjeros, ahora lo hacen cerca 25.000. La capital alavesa comenzó a experimentar el fenómeno de la inmigración a comienzos del presente siglo. De hecho, nueve de cada diez residentes de nacionalidad extranjera se han instalado en la ciudad a partir del año 2000, según el último estudio publicado por el Ayuntamiento gasteiztarra. Este informe revela que, en la actualidad, conviven personas de hasta 36 nacionalidades distintas en la capital alavesa. En la mayoría de los casos, son hombres sin demasiada formación y una media de edad de 30 años. Estos parámetros, sin embargo, varían en función de su origen, según el documento elaborado recientemente por el gabinete de Estudios y Estadísticas. Cabe destacar, por ejemplo, que la presencia de mujeres es mínima entre la población de Pakistán y mayoritaria en el caso de Paraguay.

Este estudio descubre también que los extranjeros que han decidido fijar su residencia en la capital alavesa habían estado viviendo antes en ciudades grandes como Madrid y Barcelona. Es el caso de los asiáticos y también de algunos africanos. Otros muchos, en cambio, trasladan su domicilio a Vitoria tras haber estado trabajando como temporeros en la época de la vendimia en Rioja Alavesa.