Santa María y varias ONG ultiman la apertura de un comedor gratuito para 300 personas

Estará ubicado en el Casco Medieval y seráatendido por voluntarios y monjas carmelitas

El Correo, M. ZABALETA / F. GÓNGORA, 02-02-2009

El aumento de la pobreza y de los parados en Vitoria ha empujado a la parroquia de Santa María del Casco Viejo, a la asociación Bizitza Berria que dirige Satur García y a ONG a impulsar la creación de un comedor social de carácter gratuito que atenderá una demanda estimada de unas 300 personas al día. Fuentes de estos colectivos han confirmado a EL CORREO que cuentan ya con un local en la ‘almendra’ medieval destinado para este fin y que en estos momentos negocian con las autoridades sanitarias y municipales los permisos «para abrirlo cuanto antes».

La casa de comidas estará atendida por voluntarios salidos muchos de ellos de entre los propios necesitados y por un grupo de monjas Carmelitas de la Caridad. El Banco de Alimentos será uno de los proveedores del nuevo servicio, aunque los promotores buscan también financiación en las instituciones.

El único comedor de características más o menos similares existente en Vitoria es el de Cáritas en la parroquia de los Desamparados. Pese a estar subvencionado por el Ayuntamiento, que en muchas ocasiones facilita vales gratuitos, su precio oscila entre 3,10 euros de la cena los y 4,20 de la comida. «Demasiado para muchos», piensan los impulsores del futuro servicio, similar a los comedores benéficos que se gestionan en ciudades como Bilbao, Logroño, Madrid o Sevilla.

Este nuevo recurso social obedece a una realidad constatable. Y es que en Vitoria también hay tercer mundo. En pleno siglo XXI, y en una de las ciudades más prósperas de Europa, cerca del 4% de la población sufre lo que los sociólogos denominan «pobreza real», un drama que se ceba con los que menos tienen – inmigrantes y parados en su mayoría – y que va a más.

La capital alavesa cerró 2008 con un incremento del gasto en ayudas sociales del 12,8%, el mayor aumento registrado en los últimos años. Pero no sólo los servicios sociales de base han percibido este repunte de las demandas de ayuda. Medio centenar de nuevas familias acude cada mes a por comida a la parroquia de Santa María y otras 300 más comen y cenan a diario en el comedor social de Desamparados. Un drama que también se deja sentir en Cáritas, que en 2008 atendió a casi 9.000 familias, 2.200 más que el año anterior.

La crisis – explica el secretario general de esta ONG, Ramón Ibeas – ha destapado «tres nuevos perfiles» de demandantes de ayudas. Inmigrantes que, pese a llevar ya varios años aquí, han perdido su puesto de trabajo y pueden llegar a quedarse incluso sin residencia. Luego están los nuevos parados, en su mayoría hombres en la cincuentena, y personas en tránsito.

Febrero será peor

La llegada de familias en situaciones complicadas a los locales de Cáritas fue masiva a lo largo del último año. La ONG cristiana atendió a casi 9.000 personas, de las que más de un millar, casi el doble que en 2007, recibió ayudas económicas que suelen oscilar entre los 500 y los 600 euros al mes. «Y todo apunta a que, por muy bien que quiera ir la cosa, la situación no mejorará en 2009», advierte Ibeas.

Así lo cree también el párroco de la iglesia de Santa María, José Ángel López de la Calle, que junto a más de medio centenar de voluntarios ha tejido una tupida red de apoyo a los más necesitados. En la actualidad, atiende a 360 familias, principalmente inmigrantes y del Casco Viejo, a las que procura alimentos. Todo indica que en febrero pueden ser más.

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