ROMA – Corresponsal
El Gobierno italiano planea abolir la norma que desde 1995 impide a médicos y enfermeras del servicio sanitario público informar a las autoridades de la presencia en el hospital o consultorio de un paciente extranjero sin papeles, según alertaron ayer en un documento la ONG Médicos sin Fronteras y varias asociaciones de profesionales del sector. “Somos médicos y enfermeros, no somos espías”, es el eslogan con el que se oponen a la supresión de esa norma.

Por iniciativa de la Liga Norte – partido federalderechista socio del Ejecutivo de centroderecha de Silvio Berlusconi-,el Senado votará el próximo martes 3 de febrero una enmienda que, de ser aprobada, eliminaría esa norma. Quedaría así en manos de cada médico o enfermera la decisión de dar parte o no a las autoridades si le toca atender a un inmigrante indocumentado enfermo o herido. Para MSF, eso sume al paciente sin papeles en la indefensión, le deja en manos de la buena voluntad del personal sanitario de turno ypone en grave peligro su salud.

El riesgo de ser denunciado “provocaría en el inmigrante sin permiso de residencia que necesite cuidados médicos una reacción de miedo y desconfianza que le impulsaría a no acudir al médico o al hospital”, razona el documento, suscrito por expertos en aspectos jurídicos y médicos de la inmigración. Además, los firmantes recalcan que eso sería perjudicial para la salud colectiva de los italianos, al “provocar una peligrosa marginación sanitaria de una franja de población”, lo cual, a la larga, sería también económicamente más costoso.