El nuevo Gobierno es responsable de completar una controversial barrera a lo largo de partes de la frontera sur de Estados Unidos, que ha generado disputas con México y terratenientes locales.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se enfrenta a llamados de activistas por revivir una completa reforma inmigratoria, poner fin a las redadas contra indocumentados en los lugares de trabajo y suspender un programa para construir barreras en la frontera con México.

La secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, ha dado a conocer algunas de las opciones que tiene respecto a este delicado tema. Analistas ya han hablado de sus proyecciones al respecto:

Reforma de migración: Obama ha dicho que el “fracturado sistema de inmigración” de Estados Unidos sólo puede ser reparado dejando la política de lado y ofreciendo una “completa solución que asegure las fronteras, haga cumplir las leyes, y reafirme el patrimonio del país como una nación de inmigrantes”.

Si bien enfrentar la crisis económica es la principal prioridad de Obama, algunos activistas en favor de la inmigración esperan que apruebe una extensa reforma de inmigratoria tan pronto como en septiembre de este año. Otros creen que es más probable que lo posponga al segundo o tercer año de su mandato de cuatro años.

Acción legislativa: Analistas dicen que es más probable que Obama busque en el corto plazo el apoyo bipartidista para leyes inmigratorias graduales como el Dream Act -una medida que permitiría que estudiantes de secundaria no documentados de alto rendimiento busquen la residencia permanente en Estados Unidos.

Otras medidas podrían incluir el llamado proyecto de ley Ag Jobs, que brindaría un programa de trabajo temporal a invitados para llenar algunos empleos temporales en granjas, o cambios a la Acta de Inmigración y Nacionalidad que permitan que algunos inmigrantes regularicen su estatus sin abandonar el país.

Redadas en lugares de trabajo: El presidente se opone a separar a las familias inmigrantes.

Analistas dicen que su Gobierno podría disminuir el apoyo a la política del ex presidente George W. Bush de redadas a lugares de trabajo y cambiar el foco a perseguir a contrabandistas y empleados ilegales, particularmente aquellos que violan las regulaciones del trabajo y el medio ambiente.

El Gobierno también podría expandir el uso del programa E-Verify, un sistema de verificación electrónica que permite a los empleadores verificar la elegibilidad de los trabajadores al momento de contratarlos.

Seguridad fronteriza: Obama apoya el despliegue de personal, infraestructura y tecnología adicionales en la frontera suroeste. Esta semana, Napolitano también llamó a una más completa revisión de las medidas de seguridad a lo largo de la frontera canadiense.

El nuevo Gobierno es responsable de completar una controversial barrera a lo largo de partes de la frontera sur de Estados Unidos, que ha generado disputas con México y terratenientes locales.

Desde mediados de enero, más de 970 kilómetros de barreras habían sido construidas a lo largo de la frontera con México, de un total 1.078 kilómetros que se esperaba que fueran completados para fines del 2008.