Saura rectifica y se pone al frente del homenaje a las víctimas del holocausto

La comunidad judía asiste al acto por deferencia a Catalunya y al president Montilla

La Vanguardia, PERE S. GIMFERRER, 28-01-2009

El conseller de Interior, Joan Saura, pasó ayer una mala tarde. Después del enfrentamiento abierto con la comunidad judía de Catalunya por su participación en una manifestación antiisraelí, ayer tuvo que ponerse al frente del homenaje a las víctimas del holocausto organizado por la Generalitat. En el auditorio del Palau había sillas vacías, pero gran parte de los representantes de las comunidades judías acudieron en respuesta al gesto de concordia protagonizado el lunes por el presidente de la Generalitat, José Montilla, que atendió a los representantes de las cuatro sinagogas de Barcelona y les acompañó en un acto en el Parlament.

El conseller intentó ayer cerrar la polémica y en su intervención en el acto de conmemoración del día internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto subrayó que “todos somos conscientes de lo que puede llegar a provocar la manipulación, la explotación y el uso partidista de los prejuicios antisemitas”. Por ello, se comprometió a “estar atentos a las actitudes que ponen en peligro la convivencia y combatirlas con instrumentos democráticos”.

La portavoz de la comunidad israelita, Sophie Hazcot, se deshizo en elogios hacia Montilla por su actitud “excelente” y aclaró que su presencia en la conmemoración de ayer se debió a su"deferencia hacia el presidente". Y por el mismo motivo expresó su deseo de “normalizar la situación”, tras los últimos días de enfrentamiento abierto con Saura. Sin embargo, fue Jorge Burdman, hermano del presidente de la comunidad, quien protagonizó simbólicamente esta declaración de paz con el conseller al estrecharle la mano al finalizar el encendido de velas en la plaza Sant Jaume.

Los asistentes pudieron encender velas azules en recuerdo de aquellos que sufrieron la persecución de la dictadura de Hitler y en recuerdo de los seis millones de judíos exterminados, la resistencia del gueto de Varsovia, los gitanos asesinados, los republicanos destinados a los campos de concentración, las víctimas homosexuales y los enfermos mentales y discapacitados que también fueron blanco de las políticas nazis. No obstante, no se contaron demasiadas kipás en la plaza. Sólo una minoría de los 4.000 miembros de la comunidad judía que residen en Barcelona asistió al acto. La portavoz de la comunidad israelí calificó de “lógica” la escasa asistencia al acto teniendo en cuenta la situación de tensión y el malestar existente con la Conselleria d´Interior i Relacions Institucionals. Incluso uno de los responsables de encender las velas en recuerdo de las víctimas, Mauricio Etlis, reconoció que podría haber acudido al acto otro miembro del Govern que no fuera el conseller Saura.

También hubo críticas ayer desde CiU. El presidente de la federación, Artur Mas, acusó al Govern de “frivolizar, menospreciar” y presentar el holocausto como “una cosa muy menor”.

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