Agentes de la Policía Nacional detuvieron en Madrid, Málaga y Miranda de Ebro (Burgos) a 10 miembros de una red de falsificación y distribución de documentos de identidad falsos que vendían a inmigrantes en situación irregular, principalmente brasileños, que los utilizaban para conseguir empleo como ciudadanos comunitarios sin necesidad de obtener el permiso de trabajo.

Por los documentos cobraban entre 600 y 3.000 euros y los distribuían por medio de colaboradores o mediante envíos postales. Elaboraban cartas de identidad portuguesas e italianas, tarjetas de residencia españolas, y permisos de conducir portugueses y españoles. Además, los miembros del grupo utilizaban las falsificaciones para cometer estafas crediticias.

Se han practicado seis registros y se han desmantelado dos laboratorios de falsificación en la provincia, en los que se ha incautado moderno material informático y diversos elementos para realizar las falsificaciones, entre otros efectos.