El INE prevé que España superará los 49 millones de habitantes en diez años

La crisis hará caer la inmigración a la mitad en 2010

La Razón, Miguel Carbonell, 22-01-2009

Madrid – La recesión económica hará mella en la inmigración, de acuerdo con las proyecciones de población publicadas ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que prevé que se establezcan en España un 40 por ciento menos de extranjeros en 2010 con respecto al año pasado.
En 2008 se registraron en nuestro país casi 740.000 nuevos inmigrantes, el tercer año con mayor número de entradas después de 2006 y 2007. Ese año se batió el récord, con unos 958.000. En 2010 se establecerán en nuestro territorio apenas 440.000 extranjeros. De los cinco millones que engrosarán el padrón en la próxima década, un millón elegirá Cataluña para residir; 900.000, Madrid y más de 710.000, la Comunidad Valenciana.
En gran parte gracias a la inmigración, la población proseguirá su tendencia ascendente, hasta rebasar los 49 millones en 2018, según las previsiones del INE, que señalan que en 2008 se ha superado la barrera de los 45, exactamente 45.283.259 habitantes. El número de residentes en nuestro país ha crecido desde 2002 a un ritmo medio anual de 720.000 personas, y lo seguirá haciendo durante diez años, aunque con una cadencia menor, de unos 380.000 al año.
El denominado «mini baby boom» experimentado en los últimos tiempos, también merced al fenómeno migratorio, alcanzará en 2009 su cota más alta, con más de 500.000 nacimientos. Esta cifra supondrá la más alta desde 1983, aunque bastante por debajo del máximo histórico de 1976, cuando se superaron los 677.000, para una población en esa época de alrededor de 35 millones.
De los grandes países europeos, «sólo España, Holanda e Irlanda verán crecer sus poblaciones», destacó el subdirector de Población del INE, Ignacio Duque.
Teresa Castro, investigadora del Instituto de Demografía del CSIC, explicó por su parte que las cifras del INE confirman que «el crecimiento de la población de España es achacable a la continua inmigración» hasta en un 90 por ciento, «no tanto porque tengan más hijos, sino porque son mucho más jóvenes en cómputo general».
Esta tendencia incide en la proyecciones a largo plazo, que prevén una población muy envejecida para 2040, lo que «pondrá en jaque el sistema de pensiones y los servicios asistenciales y sanitarios», aunque esto «no tiene por qué ser catastrófico», ya que, «hay tiempo para prepararse» y «pueden pasar muchas cosas».
«Hace diez años, los modelos preveían que la población española se encogería, porque no tuvieron en cuenta el fenómeno de la inmigración», que ha aportado más de cuatro millones de habitantes a nuestro país en ese periodo, recuerda Castro.

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