El mundo confía en haber asistido al inicio de una nueva era

El Periodico, EL PERIÓDICO, 21-01-2009

Con sonoras pero escasas excepciones, gobernantes y ciudadanos de todo el mundo dieron ayer la bienvenida al presidente Obama con la esperanza de que su llegada al poder – – retransmitida en directo por televisión de punta a cabo del planeta – – se traduzca en una mejora de la situación política y económica mundial.
Así, el jefe de la diplomacia europea, Javier Solana, espera que Obama “abra una perspectiva más multilateral, más optimista y mucho más dinámica para resolver los problemas” de un mundo globalizado, y la Unión Europea le pidió que considere a Europa “un socio natural” frente a retos como la crisis financiera, Oriente Próximo y el cambio climático. “Un solo país no puede resolver los problemas del mundo. Solo lo conseguiremos trabajando juntos”, dijo la cancillera alemana, Angela Merkel.
Al nuevo presidente le llovieron las buenas palabras desde buena parte de las capitales del planeta, incluidas plazas complicadas como Pekín, que incluso le tendió la mano para reanudar los lazos militares bilaterales, suspendidos desde octubre por una venta de armas de EEUU a Taiwán.

QUEMA DE FOTOS
En cambio, hubo frialdad oficial en Teherán, donde además cientos de personas se manifestaron frente a la antigua embajada de EEUU y quemaron banderas estadounidenses e israelís y fotos del propio Obama. Y también en Caracas, después del reciente rifirrafe dialéctico entre el nuevo ocupante de la Casa Blanca y el presidente venezolano, Hugo Chávez, probablemente el primero de una larga lista. “Seguiremos avanzando independientemente de quién gobierne en EEUU”, dijo ayer Chávez.
Mientras, puntos del globo tan distantes y tan distintos como Londres, Kenia y Turbaco (Colombia) recibieron al nuevo presidente de EEUU con celebraciones populares. Sin embargo, hay lugares en el mundo con poco margen para la esperanza. “Obama no va a devolverle la vida a mi marido”, decía Leila Jalil, de 42 años, madre de seis hijos y viuda de una de las víctimas del bombardeo de una escuela de la ONU en Gaza.

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