Basta de muertes en el muro de la desigualdad

Diario de noticias de Gipuzkoa, , 20-01-2009

La Policía marroquí mata a tiros a un subsahariano que junto a otros 80 inmigrantes pretendían entrar en Melilla. Esto ocurría el primer día del año 2009. Los subsaharianos, armados de veloces piernas, pretendían entrar en Melilla, pero la Gendarmería marroquí, armada con armas para matar, corta la carrera a balazos matando a uno de ellos.

El Gobierno español, mediante un silencio cómplice, parece aprobar estos procedimientos, y da la impresión de que se trata de un trabajo sucio que deben hacer otros. No obstante, no puede ignorar su responsabilidad en lo que se refiere a la construcción de las vallas. Consideramos que la Ley de Extranjería es el marco donde se produce la injusticia contra la población inmigrante, vulnerando todo tipo de derechos. Por ello, seguiremos trabajando contra esta ley, a la vez que exigimos una investigación internacional de lo ocurrido.

Cada vez que ocurre un asesinato de esta magnitud es necesario recordar lo que dice la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en su articulo 25.1º: “Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene a sí mismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad vejez u otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad”.

La injusticia económica y social motivadas principalmente por la explotación de los países enriquecidos sobre los empobrecidos, las sequías alimentadas por el desarrollo insostenible, y las guerras motivadas por el poder, son lo que provoca que decenas de millones de personas busquen una salida a su situación económica y social. Sólo el reparto de la riqueza y la implantación de una economía sostenible entre las diferentes naciones acabará con las migraciones no deseadas.

El derecho a circular libremente incluido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos es necesario que se cumpla en todos y cada uno de los países firmantes.

Javier Urroz Domínguez y

Ignacio Górriz Noain

Miembros de Papeles y Derechos Denontzat

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)