La suspensión de dos espectáculos de artistas judíos desata la alarma París

La pujanza demográfica de la comunidad musulmana y la raigambre de la comunidad judía convertían a Francia en una imprevisible carambola de la guerra de Gaza. Se han producido, en efecto, atentados incendiarios contra algunas sinagogas, aunque la mayor resonancia del conflicto se ha reconocido en los escenarios nacionales y de ultramar.

Hasta el extremo de que dos artistas judíos, Arthur y Enrico Macias, se han visto constreñidos a suspender sus respectivos espectáculos por desórdenes públicos y por razones de seguridad.El gran rabino de Francia, Gilles Bernheim, expresaba ayer su «inquietud» y lamentaba que pudiera rebrotar una suerte de oleada antisemita, aunque su mensaje «conciliador y positivo» también pretendía establecer una diferencia entre la política militar de Israel y la vida cotidiana de la comunidad judía.

Fue el pasado viernes cuando Arthur, humorista, productor y showman, tuvo que anular el espectáculo programado en Vals – les – Bains (sureste de Francia). Le organizaron ante el teatro una manifestación propalestina, de modo que los espectadores no pudieron acceder a la sala.

«En estas condiciones es imposible hacer reír», señaló Arthur a propósito de los piquetes antisemitas. «No entiendo que se pretenda intimidar a un artista por el mero hecho de ser judío.¿Por qué hay que relacionar la guerra de Gaza con mi trabajo?», preguntaba en voz alta el versátil actor francés.

El Gobierno de Sarkozy se apresuró a solidarizarse con Arthur.De hecho, la ministra de Cultura, Christine Albanel, considera «absolutamente inadmisible» que se pretenda coartar la libertad de expresión, intimidar a los espectadores y cuestionar «el principio republicano de la tolerancia».

No se trataba de un caso aislado. Enrico Macias, cantante de cámara y amigo de Nicolas Sarkozy, también se ha visto obligado a suspender el concierto que estaba previsto en Isla Mauricio el próximo viernes.

El enclave oceánico, donde nació el premio Nobel Le Clézio, es independiente de Francia, aunque aloja una comunidad francófona en Port – Louis. Allí iba a celebrarse el concierto y ha terminado suspendiéndose por las presiones de la comunidad musulmana.

Le reprochan a Macias participar en la manifestación de apoyo a Israel el pasado 4 de enero, así que las autoridades municipales dicen no encontrarse en condiciones de garantizar la seguridad del artista.

La actualidad de los casos Arthur y Macias se añade al torbellino que trae consigo la gira nacional del humorista Dieudonné, negro de raza y partidario del líder xenófobo Jean – Marie Le Pen (Frente Nacional).

Cuesta trabajo comprender semejante liaison, aunque el patriarca lepenista y el actor francés tienen en común el antisemitismo y las teorías negacionistas del Holocausto. Sirva como ejemplo que el propio Dieudonné invitó a su espectáculo el 30 diciembre en París al historiador Robert Faurisson, conocido por su versión edulcorada del nazismo.

La justicia francesa ha abierto una investigación llamada e establecer si existen riesgos de apología, mientras que el alcalde de la capital francesa, Bertrand Delanoë, ha prometido utilizar todos los medios para evitar que Dieudonné pueda repetir en París «su abyecto espectáculo».

El veto se ha contagiado en distintas ciudades francesas. Especialmente en la región del Franco – Condado (Este), donde han sido cancelados tres espectáculos a iniciativa del productor: «Era una cuestión de conciencia, de sentido común», explicaba Hamid Asseila.