El FBI intensifica su vigilancia sobre los grupos supremacistas blancos

Diario de noticias de Gipuzkoa, 19-01-2009

Jorge a. bañales

washington. Estados Unidos desplegó ayer unos 45.000 soldados y policías en Washington que protegerán la investidura del nuevo presidente Barack Obama. Por un par de días el Distrito de Columbia albergará, quizá, cuatro veces más personas que su población regular, y tendrá más tropas y agentes de seguridad que los enviados a la guerra en Afganistán.

El Departamento de Seguridad Nacional y sus 16 agencias policiales así como la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) han intensificado su vigilancia de los grupos supremacistas blancos que, en meses recientes, han intensificado su retórica racista.

Nadie podrá estar apostado en las zonas que suelen frecuentar para ese comercio. Los trastornos para quienes viven en esta ciudad de 560.000 habitantes, así como para la gente que vive en Virginia y Maryland y trabaja en Washington, comenzaron ya ayer.

El martes, Washington quedará prácticamente sellado ya que se cerrarán al tránsito los 10 puentes que unen el distrito de Columbia con Maryland y Virginia sobre los ríos Potomac y Anacostia, que estarán patrullados por lanchas armadas del Servicio de Guardacostas. Aunque las autoridades no han recibido amenazas que merezcan mucho crédito, la operación que dirige el Servicio Secreto incluirá 7.500 soldados regulares, 10.000 soldados de Guardia Nacional y 25.000 policías llegados de diferentes Estados. La Policía Metropolitana colabora con 99 agencias policiales federales, estatales y locales, el FBI tendrá 600 agentes en servicio, lo cual representa un incremento del 20 por ciento sobre la movilización que rodeó la investidura, hace cuatro años, del presidente George W. Bush. El Ejército de EEUU tienen en Fort Stewart (Georgia) una brigada lista para la respuesta para un ataque químico o biológico.

En toda la ciudad hay 94 cámaras de vigilancia, además de las permanentes en las estaciones del tren subterráneo, y las que se emplearán desde helicópteros, según la jefa de la Policía Metropolitana, Cathy Lanier. La ceremonia estará protegida por un enorme escudo transparente, que consiste en cuatro láminas de plástico irrompible que pesa casi cinco toneladas. Obama recorrerá luego los 2.700 metros hasta la Casa Blanca por la Avenida Pensilvania – rodeada de estrados repletos de público y entre altos edificios – en una limusina.

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