Las falsas promesas hechas por gobiernos anteriores y las ofertas de campaña no cumplidas han mermado la credibilidad de los guatemaltecos en el sistema político nacional, lo cual pone en peligro la ejecución del programa Gobernando con la Gente, en Estados Unidos, tal y como lo anunció el presidente Álvaro Colom.

La expectativa de los líderes de migrantes consultados, por la celebración de estos encuentros en ese país, es nula, y aseguran que una vez más las quejas caerán en saco roto y las promesas no serán cumplidas.

Coinciden en que en el informe del primer año de gobierno el mandatario se olvidó de hablar sobre los avances en los compromisos que adquirió con ellos cuando era candidato presidencial.

“Está claro que no somos parte de sus prioridades, tal como lo había prometido en su contienda electoral”, expresaron.

Fernando Muñoz, presidente del Movimiento de Inmigrantes Guatemaltecos de Estados Unidos, en Nueva York, lamentó que la deportación de más de 28 mil guatemaltecos durante el 2008 no haya preocupado al presidente. “No podemos creer que, sabiendo la importancia que ante la crisis económica tiene para el país el envío de remesas, el presidente no haya hecho nada para frenar las deportaciones”, dijo.

“Ya estamos escamados de eso, pues sabemos de qué pata cojean. Van a venir a escuchar críticas y regaños, pero no vamos a solucionar nada”, manifestó Julio Villaseñor, de S.O.S Inmigración Internacional, en Los Ángeles. El líder destacó que, en vez de celebrar Gobernando con la Gente, el Gobierno debería poner en marcha, de verdad, el Consejo Nacional de Atención al Migrante de Guatemala.

Bernardo Villela, de la Asociación Guatemalteca Americana (AGA), coincidió con Villaseñor en que “convendría más que el Gobierno realice más esfuerzos de cabildeo con las nuevas autoridades para la legalización de indocumentados, que un Gobernando con la Gente”. “Si el programa es para favorecer el desarrollo de los guatemaltecos en Estados Unidos, nos parece magnífico, pero si solo va a venir a decirnos qué está haciendo, no creo que sea una buena idea”, advirtió.

Los dirigentes de inmigrantes manifestaron que, luego de un programa de esta índole, es necesario inaugurar una mesa de diálogo urgente, acción que se ha pedido desde septiembre del 2008 y que no se ha llevado a cabo. “Hay que dar continuidad a la verdadera problemática que estamos sufriendo en este país”, manifestó Édgar Ayala, de la Alianza Nacional de Comunidades Latinoamericanas.

Entre las necesidades básicas que han expuesto los inmigrantes para que Colom las tome en cuenta en su próxima visita están la legalización de indocumentados, información básica sobre lo que se debe y no se debe hacer para evitar detenciones, acceso a salud, educación y vivienda —lo cual se dificultado en los últimos años—, escasez de trabajo, asesoría legal y fortalecimiento de consulados.

Los migrantes no esperarán a que llegue el Gobierno, sino que han decidido viajar la próxima semana a Guatemala, para solicitar al presidente la urgente instalación de una mesa de trabajo formal.

“Ya estamos cansados de las promesas y el despilfarro de tiempo y recursos humanos en programas que no van a funcionar; queremos acciones concretas”, expresó Blanca Mendoza de AGA.