Piden 27 años de cárcel por el asesinato en la discoteca Fania
Deia, , 18-01-2009bilbao. La Audiencia de Bizkaia juzgará el martes a A.M.D., de 19 años, acusado de asesinar a Isabel Cristina Álvarez, de 25, en la discoteca Fania del barrio bilbaino de Deusto el 24 de junio de 2007. La abogada de la familia de la joven colombiana solicita 27 años de prisión para el imputado, también natural de Colombia.
El crimen tuvo lugar antes de las cuatro de la madrugada cuando Cristina estaba sentada en un taburete de la barra, contra la pared. En ese momento apareció A.M.D., enfurecido por una pelea anterior, por la que había sido expulsado del local, con un gran cuchillo. Posiblemente, se lo clavó por error a Cristina, quien murió desangrada en pocos instantes tras recibir una puñalada mortal de necesidad en el cuello. El joven había discutido minutos antes con una camarera. El portero, amigo de la familia de la joven degollada, salió corriendo por las calles de Deusto persiguiendo al agresor, “a quien encontró en un callejón y lo retuvo hasta que llegó la Ertzaintza”, explicó ayer la hermana de la víctima, Carolina Valencia. La familia quedó destrozada tras el trágico e inesperado suceso. Víctima y agresor ni siquiera se conocían.
“Cristina y yo estábamos muy unidas”, relata Carolina, madre de dos niños pequeños. “Al bebé apenas lo pudo conocer, pero siempre estaba pendiente del mayor”. Su madre todavía no se ha podido recuperar de la conmoción que supone perder una hija: “Sigue en tratamiento psiquiátrico, no duerme y ha perdido mucho peso. Son casi ya dos años, pero todavía necesitará tiempo para recuperarse”. El padre de la joven ha reaccionado de forma diferente ante la tragedia: “Habla de cualquier cosa, pero no permite que nadie le hable de Cristina”, explica Carolina.
Cristina se encontraba en la discoteca con su amiga Cinthia. Ambas eran ajenas a la discusión que mantuvo el acusado con una camarera y, al parecer, también con el novio de ésta. El portero acabó echando del local a A.M.D., quien regresó al cabo de unos minutos con una arma blanca y acompañado de un amigo, que también será juzgado el martes como cómplice del asesinato.
Cuando entraron en Fania, discoteca donde suelen ir a bailar miembros de la comunidad latinoamericana, se dirigió a la barra de la discoteca y en medio de la oscuridad alzó el cuchillo, que acabó hundiéndose en el cuello de la joven.
La discoteca Fania, junto al local Priveé del barrio de San Inazio, ha sido objeto de numerosas intervenciones policiales desde su reapertura (antes se llamaba Chentes) debido a agresiones y grescas en su interior y alrededores.
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