"Más que racistas somos clasistas y si viene un negro, árabe o chino con dinero estaremos encantados"

Diario de noticias de Alava, 18-01-2009

vitoria.Ariznabarra se construyó aislado, junto a la N – 1. ¿Ya ha dejado de ser el fin del mundo?

Creo que sí, hoy se puede decir que casi está pegando al centro. Cuando me casé y me trasladé desde el Casco Viejo no me gustaba nada decir que vivía allí, pero lo cierto es que ha ido creciendo y, ahora, el barrio está precioso.

Zabalgana le ha dado mucha vida.

No, viene de antes, de la época en la que se construyó alrededor de la zona más vieja hasta Portal de Castilla. Se levantaron unos bloques de pisos preciosos, amplios y con jardines, eso es lo que le dio vida al barrio. Y el supermercado, claro. De Zabalgana nos separa la avenida del Mediterráneo, una vía demasiado ancha y con mucho tráfico, que no sé si nos acerca o nos aleja.

Vaya. Los nuevos vecinos también le han quitado el gautxori.

Sí, pero los autobuses están bien, por el barrio pasan el de Armentia y Zabalgana, que ha mejorado con la eliminación de la línea de Txagorritxu. Y luego está el periférico, que nos acerca a Lakua, Salburua…

Pero…

Nos tememos que con el Plan de Movilidad y la reestructuración de las líneas de Tuvisa nos van a quitar paradas en el barrio y el servicio va a desmerecer bastante.

O sea, que el Plan de Movilidad no les va a traer cosa buena.

Ahora tenemos un buen servicio, pero va a empeorar, no en lo que se refiere a la frecuencia de los urbanos sino al hecho de que van a circundar el barrio sin entrar. Imagínate cuando vengamos cargados con bolsas. Y luego dicen que quieren reducir el número de vehículos, pues lo dudo porque si el autobús no va a ofrecer un servicio adecuado tendremos que coger el coche.

Eso o esperar la ampliación del tranvía. ¿Ya lo ha estrenado?

Sí, por curiosidad y es muy rápido, tiene la ventaja de librarse de los atascos, la verdad que fue todo un descubrimiento, saqué un billete hasta Lakua y me costó menos que otras veces en autobús.

Ariznabarra ocupa el puesto número 13 del ranking de población, con 8.515 habitantes. No será supersticiosa, ¿verdad?

Ja, ja. No, para nada.

Mejor. Sin embargo, junto a Zaramaga y Adurza se lleva el 20% del presupuesto de las obras elegidas por los barrios.

Pues tendremos que ponernos una medallita, eso significa que hemos sabido convencer a los demás de la importancia de nuestras demandas.

También el Ayuntamiento eligió su centro de mayores para probar un pionero sistema de ahorro energético. ¿Acaso son el ojito ‘izquierdo’ de Lazcoz?

No lo creo.

Eso o algún concejal vive en el barrio.

Sí, pero es más de Portal de Castilla. A lo mejor es por eso… ¡Ah!, no me había parado a pensarlo.

Ya, lo cierto es que hay dos ariznabarras: la vieja y la de Portal de Castilla, más acomodada.

Pero se lleva bien. En realidad tampoco nos juntamos mucho salvo en el centro cívico o el polideportivo, incluso las parroquias son diferentes.

Y las viviendas. Ahora, el Ayuntamiento quiere tirar los viejos pisos de la zona de los castillos, realojar a las familias y reconstruir las casas. ¿Lo ve factible?

Complicado, porque hay vecinos que tienen muchas dudas. No les parece justo recibir un piso de protección oficial, que no pueden vender hasta dentro de unos años, a cambio del suyo, que es libre.

Lógico, pero la vivienda se les arregla para residir en ella, no para venderla y especular.

Sí, pero hay mucha gente que ya no vive en el barrio, muchas casas están vacías, en alquiler o sus dueños se han ido a un apartamento a Benidorm. ¿Cómo se articula que sea primera vivienda cuando la mayoría de los propietarios es gente mayor que ya tiene otra casa?

Ariznabarra nació para acoger aquella primera oleada de trabajadores llegados de otras comunidades. Hace una década, una segunda oleada de inmigrantes empezó a llegar a Vitoria, con la única diferencia de que ahora son extranjeros. ¿Fue entonces más solidaria la ciudad?

Igual de poco solidaria.

¡Uff!, ¿poco solidaria Vitoria?

No sé si solidaria es la palabra adecuada…, pero viví aquella época en mis propias carnes porque mi marido vino de Valladolid y había las mismas reticencias. Entonces, a los que venían de fuera se les llamaba maquetos, boronos…, y entre los amigos y familiares, el comentario habitual era: “no habrá chicos en Vitoria que tienes que salir con uno de fuera”. Ahora hacemos lo mismo con los extranjeros, incluso quienes en aquella época lo padecieron en primera persona; me quedo asombrada. Además, argumentan que ellos eran del país. Y ¿qué? Y los que vienen ahora son de Europa o del mundo.

No aprendemos.

No, y me da pena porque nadie se mueve de su casa o de su pueblo si tiene las necesidades cubiertas. Pasó antes y ocurre ahora, que encima lo tienen más difícil porque vienen de más lejos.

Sin embargo, nos consideramos un pueblo acogedor.

Quizá sea miedo a lo desconocido.

O racismo.

Pienso que más que racistas somos clasistas porque si viene un negro, indio, árabe o chino con mucho dinero estamos encantados. El problema surge cuando tienen que acogerse a ayudas porque siempre se cuela alguno. A veces, recibe más el que sabe pedir que el que realmente lo necesita, pasaba antes y sucederá toda la vida. Hay personas que no piden por vergüenza y otras a las que no les importa ponerse en la esquina.

Una picaresca difícil de erradicar.

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