El testimonio de Leidi, nombre ficticio para preservar su anonimato, es uno más en entre muchos de la población sudamericana que vino a España hace unos años con la esperanza de buscar una vida mejor.

Hoy son ellos quienes agudizan el problema de la crisis económica mundial, pues han sido los primeros en perder los puestos laborales por los que llegaron a los municipios comarcales.

Llegó hace diez años, con una maleta de mano y la esperanza de empezar una nueva vida. En Colombia sus dos gemelos la vieron partir cuando tenían catorce años. Hace tres años que los ha podido traer consigo y hoy son ellos quienes la ayudan a pagar la vivienda de alquiler donde residen, todo ello compaginándolo con los estudios y una vida social propia de dos adolescentes.

Si les vale la pena realmente sólo lo saben ellos, aunque siempre con la esperanza de volver a su tierra, no son capaces de abandonar la única salida económica que les garantizará el futuro.

El problema menos agradecido les viene con la renovación de papeles cada dos años. Para ello tienen que estar constantemente buscando un empleo con contrato de lo contrario vuelven a ser ilegales.

Los europeos lo tienen más sencillo, ya tienen los papeles en la mano. Sin embargo, no es fácil y en estos momentos son muchos los que están replanteándose hacer las maletas y volver con el rabo entre las piernas.

Es el caso de P. de 23 años. Cuando llegó en 2006 todo era fácil, el empleo en España salía de debajo de las piedras. Sin embargo hoy le han cerrado las puertas en todas partes, incluso en el sector de la construcción y la hostelería donde ha dedicado sus últimos años.

La integración, por otra parte, no ha sido tan difícil, el idioma no ha sido ninguna barrera. Pese a los condicionamientos no cabe duda que la presencia de inmigrantes en Sagunto es cada vez más alta.

Ha sido precisamente este fenómeno el que ha llevado al Ayuntamiento a crear un Plan de Inmigración en Sagunto que se empezó el pasado año y tiene pensado obtener los primeros resultados durante el próximo 2011.

La evaluación del proyecto se realizará a dos niveles: cuantitativo y cualitativo, según consta en las bases.

Además para ello se cuenta con la participación de todas entidades incluidas en el proyecto. Lo que se quiere desvelar a nivel social es el conocimiento de la realidad local, la acogida, la educación como base importante, el empleo, la salud, la vivienda, la participación y la sensibilización.

Las diferentes asociaciones ya han puesto en marcha sus balances, sin embargo la coyuntura económica del momento está distorsionando las cifras por el constante flujo migratorio, aunque todavía no hay resultados reales hasta 2011.