testimonio | king manaba | « Latin king»

César Andrade tiene 34 años y hace 15 que es un latin king. Llegó a España en el 2003 y la realidad cotidiana de los suyos lo sorprendió tanto que se propuso realizar cambios en su organización. Hoy es el máximo representante de Europa de los Latin Kings y gracias a su empeño y el de otros miembros del grupo ha conseguido que los latins en Cataluña se hayan convertido en una asociación legalizada. «Me encontré con una realidad muy diferente a la de mi país, superavanzada en todos los sentidos. Vi que había muchas oportunidades que estaban desaprovechando los jóvenes latinos y me animé a trabajar con los chicos». King Manaba, como lo llaman, se dio cuenta de que en Cataluña había casales (casas de juventud) y que se podían utilizar para realizar iniciativas muy interesantes para integrar a los suyos.

«En mi país [Ecuador] la alternativa para un joven de familia pobre es la cárcel o terminar muerto. Aquí no, aquí hay salidas». César aclara que, a diferencia de muchos de los miembros que pertenecen a su organización, él proviene de una familia humilde pero bien estructurada. Y apunta que uno de los peligros mayores para que un joven termine en la calle es la desestructuración familiar. «El joven emigrante latino llega aquí con una cultura diferente, la escuela es distinta, cambian sus amigos. Y encima sus padres se pasan todo el día trabajando, por lo que no están para escucharlos… por eso muchos buscan la calle y se meten en pandillas». De este modo explica el fenómeno pandillero. Confiesa que tiene miedo a que a sus hijos (tiene dos) les pueda pasar lo mismo. Es obrero de profesión y su mujer trabaja como camarera, pero es consciente de que «debemos sacar tiempo para estar con los niños como sea». Proyectos como Unidos por el Flow son para él un ejemplo que seguir: «Así se demuestra que la convivencia entre jóvenes presuntamente rivales es posible».