Una operación conjunta de la Comandancia de la Guardia Civil y la Jefatura Superior de Policía ha permitido desarticular «la mayor red dedicada al tráfico ilegal de personas de la ciudad», que utilizaba para sus fines los pasos fronterizos existentes entre Melilla y Marruecos.
Los resultados de la fase de explotación de esta actuación los daba a conocer ayer mismo el delegado del Gobierno, Gregorio Escobar, quien calcula que podrían llevar operando en la ciudad casi un año, aunque no pudo ofrecer datos concretos respecto al número de inmigrantes sin papeles a los que han podido facilitar su entrada en España dado que «aún se están investigando los hechos». Las investigaciones comenzaron en julio del pasado año mediante el seguimiento y control a vehículos habilitados con dobles fondos y terminó el pasado martes día 13 de enero.
Todo el dispositivo de la denominada ‘Operación Gaviota’ estuvo bajo la supervisión del Juzgado de Instrucción número 1 de Melilla. Como resultado de las investigaciones, fueron detenidas 17 personas, todos ellos hombres, 15 de nacionalidad española y dos marroquíes, con permiso de residencia en España. El perfil de todos ellos es muy variado, puesto que uno de los detenidos cuenta con la nada despreciable edad de 80 años. Del total de detenciones, seis se produjeron esta misma semana, como parte de un despliegue en el que se efectuaron cinco registros domiciliarios que permitieron la localización de «los considerados como cabecillas de la banda». También se interceptado doce vehículos que han pasado a disposición judicial.
Los investigadores están analizando en estos momentos el «abundante material» incautado y no se descarta que se produzcan nuevas detenciones en un futuro cercano. Los apresados se enfrentan a una pena de hasta de hasta ocho años de cárcel por tráfico ilegal de personas, incluso puede verse incrementada debido a la imputación también de un delito de asociación ilícita.
Red jerarquizada
Gregorio Escobar definió a esta red ilegal como una organización «fuertemente estructurada y jerarquizada», que operaba ambos lados de la frontera entre Melilla y Marruecos. Los detenidos esta misma semana se encargaban de adquirir los vehículos y de manipularlos para esconder posteriormente a los inmigrantes. También se encargaban de la captación de ‘sin papeles’ en el lado marroquí. Los conductores encargados de pasar la frontera eran personas sin recursos económicos, en algunos casos con antecedentes penales, estaban un tanto al margen del diseño de la operación que se involucraban en los hechos por razones de «necesidad económica», según confirmó Escobar, quien felicitó a los agentes actuantes que demostraron «una profesionalidad intachable para combatir el tráfico ilegal de seres humanos».
El máximo responsable del Ejecutivo central en la ciudad tuvo también palabras de apoyo a las víctimas inmigrantes, muchas de las cuales se encontraban en «una situación lamentable» tras rescatárseles del habitáculo donde se escondían. «Estamos hablando en algunos casos de mujeres embarazadas», terminó diciendo Escobar.