Francia castigará sin permiso de conducir a quien queme coches
La Vanguardia, , 14-01-2009LLUÍS URÍA – París. Corresponsal
CIFRAS ENORMES De enero a noviembre del 2008 se quemaron 36.700 coches y sólo en Nochevieja 1.147
CAUSAS DIVERSAS Además de las bandas de jóvenes violentos, la policía sospecha de los defraudadores
La revuelta de las banlieues de otoño del 2005, con su inverosímil saldo de más de 9.000 vehículos destruidos pasto de las llamas en tres semanas de violencia, situó en el ámbito de la excepcionalidad algo que, sin embargo, se ha convertido en una práctica banal en Francia. Entre enero y noviembre del año pasado fueron incendiados en el conjunto del país 36.700 vehículos – 6.000 menos que en el mismo periodo del 2007-,aunque en la última Nochevieja se batieron todos los récords con la friolera de 1.147 coches quemados y 219 detenidos.
Para poner fin a esta sangría, el Gobierno francés ha decidido castigar con la retirada del carnet de conducir o la prohibición de obtener el permiso – en el caso de quienes no lo tengan-a todos aquellos declarados culpables de prender fuego a un vehículo.
La idea fue lanzada, como ha devenido también práctica habitual, por el presidente Nicolas Sarkozy durante una reunión en el Elíseo la semana pasada. Y ayer fue asumida, pese a las reticencias expresadas por algunos juristas, por el primer ministro, François Fillon. El Gobierno tramitará con este fin una reforma legislativa que establecerá una nueva pena para los incendiarios de coches: la prohibición de conducir mientras no hayan resarcido económicamente a su víctima o – si esta ya hubiera cobrado-al fondo de garantía.
Las bandas de jóvenes de las banlieues están detrás de una parte importante de los miles de coches calcinados en Francia, particularmente los fines de semana y en fiestas como el 14 de Julio o la noche de Fin de Año. Pero no todo se reduce a este tipo de actos de violencia urbana. La acción de delincuentes comunes – para borrar pistas a la policía-,los conflictos entre vecinos y la estafa a las compañías de seguros explican también una parte no desdeñable de los siniestros. Los fraudes podrían representar, según algunas estimaciones, entre el 20% y el 30% de los incendios.
Las fuerzas de seguridad sospechan, precisamente, que la espectacular alza de la quema de coches en la última Nochevieja – 1.147 casos frente a 878 el año anterior-en un contexto de descenso generalizado, se explica en parte por la actuación de desaprensivos cuyo fin es ampararse en las salvajes costumbres de algunos jóvenes para cobrar la indemnización. Las últimas reformas legales, que facilitan el cobro de compensaciones en estos casos, podrían haber fomentado esta deriva: desde el pasado mes de octubre, los propietarios de vehículos incendiados con un salario inferior a 2.000 euros pueden cobrar una indemnización de hasta 4.000 euros. La tramitación se hace a través del fondo de garantía para las víctimas de actos terroristas y el cobro es rápido.
La idea de prohibir conducir a los pirómanos ha sido recibida más bien con desconfianza en medios jurídicos. Algunas organizaciones de abogados y magistrados han puesto en duda su efectividad – quien se atreve a quemar un coche, más se atreverá a conducirlo sin permiso, razonan-y en algunos casos la han tachado de “gesticulación mediática”.
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