La Policía Nacional liberó el lunes por la noche en la localidad toledana de Illescas a un ciudadano chino de 18 años, secuestrado en la madrugada del pasado 4 de enero frente a la tienda que regentaban sus padres en Vallecas. Hay 13 detenidos que habían pedido 300.000 euros por el rescate.

Los secuestradores mostraron a la víctima a sus familiares a través de una webcam, «con los ojos vendados, pidiendo que pagaran el rescate y manifestando estar siendo maltratado, e incluso le habían golpeado».

Tras las pesquisas, los agentes identificaron a los dos principales organizadores, quienes podrían tener relación directa con la familia del joven.

Se averiguó que uno de los captores había alquilado recientemente una vivienda en Illescas. Este inmueble levantó las sospechas, puesto que permanecía con las persianas bajadas y era frecuentado por el investigado en una o dos veces al día, según Efe.

En la complicada investigación han participado agentes de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Madrid, los GEO, el grupo V de Extranjería y Fronteras y la Sección de Secuestros y Extorsiones de la UDEV Central.

Los agentes entraron al ver que salían los sospechosos del piso de Illescas y se metían en una furgoneta. Entraron en la casa y detuvieron a más implicados. El joven estaba atado de pies y manos y dijo que acababan de darle una paliza. Durante los 10 días de cautiverio sólo le habían dado pan y agua.