"A las prostitutas que ejercen en Gipuzkoa habría que integrarlas en la red normalizada de recursos sociales"
Diario de noticias de Gipuzkoa, , 13-01-2009donostia. “Sus derechos siguen siendo invisibles para el conjunto de la sociedad”, asegura Amaia Lasheras, integrante de la Asociación Aukera, que ofrece asesoramiento jurídico y sanitario a prostitutas que trabajan en Gipuzkoa. La psicóloga ofreció ayer una charla en Donostia sobre la situación actual que vive el sector, organizada por la Asociación Sociocultural de Ayuda a Domicilio de Gipuzkoa.
La situación actual no parece la más idónea para una persona que ejerce en el oficio.
La prostitución al fin y al cabo es una actividad de ocio y los clientes se están apretando el cinturón. Es evidente que donde primero están cortando es en este sector, lo que está provocando mucha movilidad en el colectivo.
¿Qué alternativas laborales puede encontrar una prostituta en Gipuzkoa que decide dejarlo?
Las salidas son tan escasas como deficientes. Hay que tener en cuenta que el 90% es inmigrante, y un porcentaje importante de ellas no tiene papeles.
¿Cuántas mujeres pueden estar en situación administrativa irregular?
Es difícil saberlo, pero quizá en torno a la mitad del millar que trabaja.
¿Carecer de papeles no les aboca a una situación de explotación permanente?
Es una situación de vulnerabilidad tanto en la prostitución como en cualquier otro trabajo. Afecta del mismo modo a las personas que tienen papeles pero no pueden renovarlos con un contrato de trabajo, lo que les obliga a volver al país de origen o bien permanecer aquí en una situación bastante precaria. A estas chicas les ocurre lo mismo. Ahora la situación es complicada para todos, aunque quizá más para ellas, porque no tienen ningún tipo de derecho.
¿Conoce prostitutas interesadas en abandonar la actividad?
La mayor parte sabía a lo que venía y ejerce de forma voluntaria. En general se plantean este trabajo para un tiempo, porque son conscientes de que la situación se torna complicada en la medida que van cumpliendo años. Solemos tener muchas consultas sobre integración laboral, algunas de ellas para combinar la prostitución con formación. Están preocupadas.
¿Esa idea de ejercer de modo temporal suele alargarse más de lo previsto por falta de salidas?
Es algo que ocurre en ocasiones, pero también son bastante conscientes de la situación porque muchas tienen hijos en el país de origen y quieren traerlos. Mientras viven en Gipuzkoa, hay madres que intentan buscar otro trabajo antes de reagruparlos para que los chavales no lleguen a saber a qué se dedicaba su madre.
¿Tiene constancia de la existencia de organizaciones delictivas?
Las personas a las que atendemos vienen por propia voluntad, con conocimiento de causa, aunque las mafias sí que existen.
Por propia voluntad pero se encuentran con una realidad que, quizá, no esperaban…
Sin duda, las condiciones son muy duras, desde los amplios horarios de trabajo hasta las multas que se les imponen por no cumplir determinados horarios. Desde luego que no es tanto como el beneficio que esperaban, ya que los dueños se quedan con una parte muy importante de las ganancias.
¿Las prostitutas se atreven a denunciar abusos?
Hay muy pocas denuncias. Resulta prácticamente imposible debido a su situación administrativa irregular. Tienen miedo a dar el paso por la posibilidad de que sean expulsadas o se tomen represalias con familiares del país de origen. Las denuncias son pocas, se está trabajando en una ley que va a facilitar el proceso, aunque estamos a la expectativa. Afortunadamente, aquí no hay prostitución de calle y se supone que están más protegidas.
¿Existen centros de atención y recursos suficientes para estas mujeres?
Uff, se está trabajando en ello, aunque los servicios sociales nunca son suficientes. Ahora se están empezando a impulsar medidas para que puedan acudir a determinados centros en caso de explotación y la verdad es que era algo necesario porque ha habido unos años en que la atención a las prostitutas era tierra de nadie. Las instituciones parece que van tomando una mayor conciencia. Ya veremos.
¿A día de hoy a dónde pueden acudir en un caso de explotación?
En un caso así es preciso derivarlas a otro territorio. Para otro tipo de situaciones, generalmente acuden a los recursos normalizados de mujeres. Poco a poco también se les va facilitando el acceso a pisos en caso de maltrato.
¿Un millar de prostitutas trabajando en Gipuzkoa no justifica la creación de una red de atención integral?
Hay que incluirlas en la red normalizada de recursos sociales, lo que ocurre es que estos servicios tienen muchas carencias. Estas mujeres no tienen ningún derecho y es preciso protegerlas.
¿Tiene constancia de que haya menores extranjeras trabajando?
Ahora no, pero ha habido momentos en los que se habló de menores masculinos. Se han dado casos de chavales que por prestar un servicio le sacaban al cliente unas zapatillas de marca y nada más. Aunque el 95% sean mujeres, hay un 5% de extranjeros hombres que también ejerce en pisos.
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