Resulta que un robot japonés casi humano (anda, ve, reconoce personas), especializado en actuar en situaciones de riesgo (desastres naturales, construcción en otros planetas), será programado en España para atender a enfermos y discapacitados. Cada vez se necesitan más medios para esta función.

Hasta que se destapó la crisis era muy frecuente ver a personas mayores con alguna dificultad para andar, o en sillas de ruedas, ayudadas por mujeres sudamericanas. Hace unos días me he sorprendido con un anuncio pegado en un poste de la parada de autobuses: «Se ofrece chica para cuidar y pasear personas mayores. Gallega. Teléfono …». El desempleo provocado por la crisis ha hecho que la necesidad de trabajar lleve a las personas de esta tierra a recuperar aquellos trabajos que hasta ahora desempeñaban principalmente emigrantes. En el anuncio figura gallega, como un plus añadido. Ahora solo falta comprobar que esta gallega, que se ofrece en su condición de tal, realice bien este trabajo. El progreso de una nación, de una sociedad, radica en que cada uno desempeñe lo mejor posible su cometido.

Gracias a la Química (alimentación, salud) la esperanza de vida se ha elevado considerablemente. Al final se necesita ayuda, por eso hay un importante nicho de trabajo en el cuidado de mayores, por personas preparadas y responsables o por robots bien programados.