Cuatro menores que residen en alguno de los tres campamentos gitanos de la ciudad de Lleida han tenido que ser ingresados en el Hospital Arnau de Vilanova aquejados de dolencias relacionadas con el intenso frío que registra la capital. Estos campamentos ya han sido denunciados en reiteradas ocasiones por entidades cívicas, ya que más de la mitad del centenar de sus residentes son menores.

Hace tres semanas se contabilizaron 103 personas de etnia gitana entre los tres campamentos, repartidos en distintos puntos de las afueras de Lleida. Sin embargo, lo que resulta aún más alarmante es que de este centenar de personas más de la mitad, en concreto 62, son menores de edad.

El colectivo se divide en 21 familias, y sus representantes ya se han puesto en contacto con el Departament d’Acció Social i Ciutadania para pedirle 21 módulos prefabricados en los que poder vivir y abandonar así las barracas.

Estas construcciones improvisadas carecen de los servicios básicos para garantizar las condiciones indispensables y quedan lejos de la idea de vivienda digna. Sin embargo, estos días la situación es aún peor por las bajas temperaturas que registra la capital.

Antes de llegar a los cuatro ingresos hospitalarios que se dieron a conocer ayer durante una visita del obispo Joan Piris a un campamento, ya se habían hecho distintos llamamientos a la solidaridad, como el de la víspera de Reyes.