Calcular el volumen de la economía opaca es algo tan difícil como medir lo que está oculto. No obstante, diferentes estudios de diversos organismos – – como el Instituto de Estudios Fiscales (IEF), el Consejo Económico y Social (CES), el Banco Mundial y la propia Unión Europea – – sitúan la economía sumergida española en una horquilla comprendida entre el 20% y el 25% del producto interior bruto (PIB), frente a una media de la zona euro de 10 puntos por debajo. Solo Grecia está peor.

La última regularización de inmigrantes permitió aflorar un importante volumen de empleo sumergido en España. En el 2005 y el 2006 la afiliación de inmigrantes aumentó de golpe en casi 800.000 personas. El número de trabajadores extranjeros afiliados a la Seguridad Social alcanzó un máximo de 2.145.901 personas en mayo del 2008. En los seis últimos meses del año (hasta noviembre), este colectivo no ha cesado de disminuir paulatinamente, hasta llegar a un total de 1.974.987 personas. En Catalunya se calcula que entre el 18% y el 20% de los inmigrantes residentes trabajan en la economía sumergida.