Continúan las colas en Buenos Aires por la nacionalidad española
El Mundo, , 04-01-2009La Ley de Memoria Histórica arrastra cada día a 250 personas al consulado de la capital argentina La Ley de Memoria Histórica sigue formando colas interminables en las embajadas españolas de las principales ciudades sudamericanas. El pasado viernes, medio centenar de personas esperaba de madrugada frente al consulado en Buenos Aires para obtener la nacionalidad española. Faltaban dos horas para que abriera sus puertas.
El Gobierno español calcula que medio millón de nietos de españoles repartidos por el mundo podrían acogerse a los beneficios de la ley 52/2007, que rige desde el pasado 29 de diciembre y que convierte en españoles a los descendientes de quienes tuvieron que huir por la Guerra Civil y el franquismo. Se prevé que la mayoría – unos 300.000 – serán argentinos, seguidos de residentes en Cuba, Venezuela y México.
Durante los tres días que el consulado de Buenos Aires lleva atendiendo a los que se interesan por la popularmente denominada Ley de Nietos, se han duplicado las visitas: los funcionarios atienden a 250 personas diarias.
Unos lo hacen por razones sentimentales. Como Carlos Mondinelli, de 27 años. «Mi abuelo, Marcos Iparaguirre, era vasco y se refugió aquí. Nunca volvió», explica. «Si me dan la nacionalidad, yo voy a votar a Zapatero», añade.
«Mi padre, que murió hace cinco meses, se exilió con mis abuelos cuando tenía 10 años y soñaba con hacerse español y volver de visita a Granada, la tierra en que nació. Pero no pudo ser. Así que yo intentaré hacerlo en su nombre», manifiesta Natalia González, de 30 años. Otros buscan emigrar a España. «Hace ocho años que esperaba esta ley, para poder establecerme legalmente allá. En 2001 estuve y no pude quedarme por falta de papeles», revela Matías Martínez, empleado de comercio de 32 años.
También Susana planifica un porvenir en España para su hijo Juan Eugenio, de 22 años y estudiante de Derecho: «En Argentina las cosas no marchan bien y en España tal vez haya más oportunidades para un joven que se abre camino en la vida».
Pero la crisis económica echa para atrás. Carlos Andelique, nieto de asturianos de 31 años, se resiste a establecerse en la UE: «Está tan complicada como acá».
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