Canarias supera en catorce años la barrera de los 100.000 inmigrantes clandestinos
ABC, 02-01-2009ÁLEX HERRERA
SANTA CRUZ.Muy lejos queda ya aquella fecha del 28 de agosto de 1994. Ese día, dos jóvenes saharauis, B.A.A., de 22 años y B.B.M, de 24, fueron los dos primeros en huir de su país en patera. Hicieron una travesía de doce horas que desembocó en las costas de Fuerteventura. Un grupo de vecinos de las Salinas del Carmen fueron los primeros en verlos llegar en su pequeña barquilla.
Era la primera patera que arribaba a Canarias. Aquello fue considerado un hecho casi anecdótico. Sin embargo, con el paso del tiempo, aquella patera dejó claro que se estaba ante un fenómeno nuevo, un drama humano totalmente desconocido.
Han pasado más de catorce años y Canarias ya ha superado la barrera de los 100.000 inmigrantes clandestinos, adultos y menores, que han llegado a las costas del Archipiélago bajo el drama de la inmigración clandestina. Con las cifras registradas en este año 2008, ejercicio donde han llegado un total de 8.243 «sin papeles» adultos y 845 menores, Canarias ha superado un horizonte que hace catorce años parecía imposible. Según los datos a los que ha tenido acceso ABC por parte de la Delegación del Gobierno en Canarias, en estos catorce años han arribado a las costas del Archipiélago un total de 94.018 inmigrantes irregulares adultos.
Sin embargo, a esta cifra hay que añadir el número de menores inmigrantes que también han desembarcado en Canarias, que según el Gobierno regional supera los 6.000 niños. Estos datos plasman que Canarias ha superado, en este año 2008, la cifra de los 100.000 «sin papeles» que han llegado a sus costas desde 1994.
Con la entrada del nuevo milenio, el fenómeno fue tomando otro cariz, y comenzaron a encenderse las señales de alarma. A aquellos dos saharauis que desembarcaron en Fuerteventura como héroes le siguieron diez, y en los años siguientes varias decenas, y después cientos. A partir del 2000 llegaban ya a miles. Además, las barcas en las que llegaban dejaron de ser pateras para convertirse en cayucos o supercayucos.
Cambio de origen
En catorce años, el número de embarcaciones llegadas a Canarias ascienden a más de 2.800 embarcaciones, concretamente 2.839, según los datos ofrecidos por la Delegación del Gobierno en Canarias. Además, Fuerteventura y Lanzarote comenzaron a dejar de ser el epicentro de este drama humano para dejarle el «protagonismo» a Gran Canaria, Tenerife y las restantes islas occidentales, consecuencia directa del cambio de origen en la salida de los cayucos desde la costa africana, cada vez desplazados más hacia el sur.
De los 29 inmigrantes clandestinos que llegaron en 1995 o los 27 un año más tarde, se pasó a superar la centena (112) en 1997. Uno de los primeros cambios bruscos de este fenómeno se produjo en 1998 con la llegada de 737 «sin papeles».
Pero lo que rompió moldes fue la entrada del nuevo siglo. Por primera vez se superaban los cuatro dígitos, 2.165 inmigrantes en 1999 y 2.240 en el año 2000. Aquí el salto empezó a ser cualitativo y cuantitativo. Ya no se encontraban pateras vacías en las costas, ni se detenía a goteo a los furtivos en plena huida. Ya los cayucos comenzaron a localizarse con su tripulación apiñada, inmigrantes que llegaban de lugares cada vez más lejos y que al final de la travesía mostraba las imágenes de su extenuación por la larga travesía o, en el peor de los casos, les enseñaba el camino de la muerte.
A partir de 2002, el número de inmigrantes clandestinos ha rozado siempre la cifra de los 10.000. Un total de 9.929 llegaron ese año a Canarias. A estos le siguieron 9.555 en 2003 y 8.519 en 2004, según los datos de la Delegación del Gobierno.
En este punto, las autoridades comenzaron a reaccionar y los acuerdos internacionales empezaron a dar sus frutos. Los esfuerzos políticos y diplomáticos, y los mayores controles en el atlántico, consiguieron en el año 2005 rebajar la cifra de «sin papeles» a un total de 4.718. Sin embargo, lo peor estaría por llegar.
Las previsiones de los expertos saltaron por los aires. Mientras un punto de partida se cerraba por las actuaciones de los distintos gobiernos, otro se abría más hacia el sur. De Marruecos se pasó a Mauritania, de aquí a Senegal; de Senegal a Mali; de Mali a Gambia.
Mayor oleada
Esto provocó la mayor oleada de cayucos e inmigrantes que se recuerda en Canarias. En 2006 llegaron a las Islas 588 embarcaciones, que dejaron un saldo de 31.589 «sin papeles» en el Archipiélago. De lo que había comenzado en 1994 como un episodio anecdóticó se pasó a desbordar cualquier previsión a la actual situación de interminables viajes en condiciones penosas, de miles de tragedias y miserias personales y auténticas imágenes dantescas de muertos vivientes.
Cualquier comparación con ese trágico 2006 era pura coincidencia. En 2007, los 11.746 parecían pocos, sin embargo, fue el segundo año con más llegadas de inmigrantes clandestinos a Canarias.
El año que acaba de terminar, con 8. 243 «sin papeles», ha supuesto un descenso con respecto al año anterior. Pese a todo, 2008, sexto año con mayor número de llegada de inmigrantes clandestinos, será el año donde con sus llegadas se superó el listón de los 100.000 «sin papeles» por vía marítima que han llegado al Archipiélago canario de manera irregular.
REUTERS
La cara de los recién llegados, tras la dura travesía en el océano, ha sido con frecuencia el retrato de la desesperación y la angustia
(Puede haber caducado)