Unos 780.000 ciudadanos búlgaros y rumanos residentes en España pueden desde ayer solicitar un trabajo por cuenta ajena, porque con el mes de diciembre terminó la moratoria laboral que pesaba sobre ellos desde el 1 de enero de 2007, cuando ingresaron en la UE.

La moratoria permitía aplicar un periodo transitorio a la libre circulación de trabajadores por cuenta ajena. El plazo era susceptible de prolongarse a lo largo de siete años, pero el Gobierno español decidió el pasado 19 de diciembre dar por finalizadas las restricciones.

Según los últimos datos del Ministerio de Trabajo e Inmigración, en España viven 143.035 búlgaros, de los cuales 130.000 tienen entre 16 y 65 años. Asimismo, el Gobierno ha computado 715.750 rumanos. De ellos, 650.000 se encuentran en edad de trabajar, conforme a los cálculos de la embajada rumana en España.

Fuentes consulares explicaron a Europa Press que el 20% de los inmigrantes rumanos están ya trabajando en calidad de autónomos y son «bastantes» los que tienen formalizado un contrato por cuenta ajena. La Embajada asegura que son numerosos los ciudadanos que han pedido información sobre la posibilidad de volver a Rumanía, dado el crecimiento económico que experimenta el país.

Este crecimiento fue la razón que impulsó al Gobierno español a no renovar la moratoria laboral, ya que espera que «sean muchos rumanos y búlgaros que están actualmente en España los que tal vez tengan un interés en volver», según ha expresado la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega.