El joven Víctor, de 16 años, fue salvajemente apuñalado y luego rematado a golpes por varios jóvenes en una riña ocurrida en la madrugada del día 31. Han detenido al homicida, de 19 años y a sus compinches. Se buscan a ocho más Sus padres, su hermana, sus amigos, todos están desolados. Nadie comprende cómo un menor ecuatoriano de 16 años, Víctor Mcgregor, fue salvajamente asesinado y apaleado en la madrugada del pasado 31 de diciembre en la calle de Jarama de Galapagar. El grupo de Policía Judicial de Villalba y el equipo de Homicidios de la Guardia Civil han detenido al presunto homicida, un joven de 19 años conocido con el sobrenombre de Sebas El Perro. Según las averiguaciones, el criminal dio más de siete puñaladas al menor tras discutir con éste poco antes, durante una fiesta de cumpleaños en un piso de Galapagar. Otros dos jóvenes búlgaros están detenidos acusados de rematar a golpes a la víctima. Ahora, la Guardia Civil busca al menos a otras ocho personas más implicadas en la reyerta y que siguieron dando golpes al menor pese a que se desangraba.

Los hechos ocurrieron en la madrugada del pasado día 31 de diciembre. Víctor, que realizaba un taller de jardinería en el Ayuntamiento de Galapagar, acudió a casa de unos amigos para celebrar un cumpleaños. En el domicilio estaba un grupo de colombianos y búlgaros. A lo largo de la celebración se produjo una pequeña riña. «Fue una cosa sin importancia y el tema se zanjó», cuenta uno de los presentes en la fiesta. Eso ocurrió sobre las 00.00 horas del miércoles.

El fallecido se fue de la casa junto a dos amigos sobre la 01.30 horas. Ya en la calle fueron seguidos por los colombianos y búlgaros que volvieron a increparle. Se desató entonces una riña y el joven colombiano sacó un cuchillo y comenzó a apuñar con vehemencia a Víctor. Según la autopsia, hasta seis veces clavaron el cuchillo al menor. A continuación, los dos búlgaros y otros jóvenes le patearon el cuerpo mientras el chico se desangraba.

El padre de Víctor, Miguel, y su madre no entienden esa extrema violencia. «Es inadmisible que esto pase y que un joven vaya con una navaja por la calle», añade el padre, jardinero en Torrelodones. «Estamos destrozados. Encima se ensañaron con el chico y la ambulancia tardó más de una hora en llegar», asegura la madre, que trabaja en una residencia de ancianos.

Víctor había estudiado hasta hace poco en el instituto de Galapagar. Ahora estaba en un taller de jardinería municipal y su objetivo era acabar el curso y trabajar pronto. «Era un chaval normal, le gustaba salir, el fútbol y no se metía en peleas», cuenta su tío.

Los familiares de Víctor se manifestaron ayer por la mañana en el lugar donde fue asesinado, repleto anoche de velas. Hoy se reunirán con el alcalde de Galapagar, quien ayer habló con los padres, y luego se concentrarán frente al Ayuntamiento a las 10.00 horas, según Efe. «Nuestra idea es repatriar el cadáver pero no sabemos si el juez nos dará el permiso», dice la madre.

El consistorio está dispuesto a abrir una cuenta y conseguir fondos para la familia. También va a decretar un día de luto y va a ponerse a disposición de la familia. «Nos ha llamado el alcalde pero nadie de la Comunidad de Madrid, de la Embajada y ni el Defensor del Menor se ha puesto en contacto con nosotros».

No es la primera vez que un colombiano mata a un ecuatoriano en Galapagar. Hace cuatro años ya se produjo un crimen similar. Con todo, el Ayuntamiento de Galapagar descarta que tras este nuevo crimen haya un enfrentamiento entre bandas, según Efe.