Ochenta subsaharianos que intentaban cruzar la valla fueron repelidos a balazos por los gendarmes – Testigos presenciales aseguran que fue «una masacre» y que vieron varios cuerpos tirados por el suelo A tiros. La policía marroquí volvió ayer a utilizar las balas para evitar que unos 80 subsaharianos intentaran entrar de forma clandestina en España a través de la valla de Melilla. Según testigos presenciales, los gendarmes apuntaron directamente a los inmigrantes, que fueron cayendo al suelo entre charcos de sangre. Al menos uno de ellos murió durante el tiroteo y 20 resultaron heridos, siendo detenidos posteriormente.

Fue la agencia oficial marroquí MAP la que, en un escueto comunicado, informó de que un grupo de sin papeles intentó de madrugada «forzar» el punto fronterizo de Farjana en un «asalto particularmente violento». Aseguró, citando una fuente de seguridad, que uno de los inmigrantes resultó herido y perdió la vida mientras era trasladado al hospital de Nador.

Podría haber más fallecidos, sin embargo, ya que testigos presenciales relataron a las ONG españolas que trabajan en la zona que aquello fue «una masacre» y que «había mucha sangre». «Me cuentan que empezaron a oír disparos y los inmigrantes que iban a la carrera fueron cayendo al suelo. Los policías marroquíes no dispararon al aire, sino que apuntaron directamente a las personas», señaló a este diario José Palazón, presidente de la Asociación Pro Derechos de la Infancia (Prodein), asentada en la Ciudad Autónoma.

Su testimonio lo corroboró Helena Maleno, colaboradora de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) en Marruecos, que apuntó que 20 subsaharianos que presentaban heridas de diversa consideración fueron detenidos. La agencia MAP los cifra en 14 y dice que los demás se dieron a la fuga.

Los heridos fueron trasladados a la Comisaría de Nador, desde donde serán expulsados a Oujda, tierra de nadie junto a la frontera argelina en donde se les abandona a su suerte.

Un portavoz de la Delegación del Gobierno en Melilla dijo que el Ejecutivo marroquí no les ha dado una versión oficial de los hechos y que sólo saben que los inmigrantes ni siquiera llegaron a acercarse a la valla. Explicó que anteayer la frontera se reforzó en uno y otro lado con guardias civiles de la Comandancia de Melilla y un helicóptero perteneciente al Instituto Armado, así como por gendarmes marroquíes.

Las ONG han denunciado en varias ocasiones que los agentes marroquíes utilizan balas de verdad para disuadir a los que quieren cruzar la frontera de forma ilegal. En 2006, la autopsia practicada a uno de los tres sin papeles que murieron tratando de entrar en Melilla probó que tenía metralla en el interior de su cuerpo. «Esta es la peor frontera del mundo. Desde el Muro de Berlín no se ha visto otro lugar en el que se dispare a los que se intentan escapar», se quejó ayer Palazón.

La valla de Melilla se destruyó el pasado mes de octubre por las lluvias y desde entonces varios grupos de inmigrantes han intentado colarse, protagonizando enfrentamientos con las fuerzas de seguridad. Por otro lado, una patera con cinco ocupantes fue interceptada ayer cerca de la costa melillense, según Efe.