ALICANTE. La simbología forma parte del ser humano. El cambio de año se presenta como un punto de partida o una página que se cierra para enfrentarse con renovadas ilusiones al que entra. Cada cultura tiene sus propios ritos o costumbres, pero todas coinciden en la ilusión de que el año entrante sea mejor.
En la Comunidad Valenciana, las diferentes culturas que la integran entremezclan sus prácticas ancestrales con las españolas.
La gran mayoría de inmigrantes que viven en la región seguirán la tradición de comer las uvas de la suerte al son de las campanadas. No obstante, no olvidan las celebraciones propias de sus países de origen.
En este sentido, el presidente de la Asociación de Inmigrantes de Países del Este de Alicante, Aleksandr Chepurnoy, explica que tienen la «suerte» de disfrutar varias celebraciones: las de sus países y las españolas. Así, los ciudadanos del Este no reciben a Papa Noel; mañana el «abuelito frío» será el encargado de llevar los regalos navideños a sus casas.
Este personaje habita en una pequeña localidad en el norte de Rusia y junto a «Smegurochka», su nieta, repartirá la ilusión entre todos ellos. Entre los platos típicos que degustarán para despedir al año se encuentra la ensaladilla rusa, aunque no se trata del planto que recibe este nombre en España. «No lleva atún, y se le echa salchicha y pepinillos agridulces», explica Chepurnoy. Otro de los platos, cuya traducción al español es «abrigo», consiste en una combinación de pescado con remolacha, zanahoria y mayonesa.
Por su parte, los residentes de Hispanoamérica no podrán cumplir con la tradición de sus países de quemar en hogueras objetos representativos y muñecos de lo que no les ha gustado del año que se va. Según explica el presidente de la Casa de las Américas de Alicante, Óscar Strada, la mayoría se reunirán en casa con amigos para celebrar las fiestas de manera sencilla, ya que para muchos de ellos son fiestas «tristes» al encontrarse lejos de sus familiares. Entre los platos típicos de estas fechas se encuentra el cochinillo, los tamales, o el anticucho (una especie de cocido); y para beber, sidra.
La comunidad islámica ya celebró hace unos días su año nuevo, según explica su presidente en Alicante, el doctor Majed, coincidiendo con el calendario lunar. No obstante, la reflexión sobre el año que se va y dulces especiales acompañarán la venida del año.