Muchos inmigrantes celebrarán este año la Nochevieja en sus países. La crisis en USA y en España ha mermado los trabajos e ingresos de miles de inmigrantes que vuelven para siempre a sus casas. Aumentan las bajas de alumnos latinoamericanos en institutos y colegios de Murcia. Los jóvenes colombianos, cubanos, ecuatorianos, chilenos, etc., se despiden de sus amigos españoles para siempre. Muchos llevan aquí desde los 2 ó 3 años y, culturalmente, son ya más españoles que de ningún sitio; regresan, pues, a un mundo que les es extraño, su Nuevo Mundo. Explican que sus padres ya no encuentran trabajo en la construcción, antes tan pujante, ni en ningún otro sitio. Los que se quedan se dedican en la Región a los trabajos más precarios. Los jóvenes que regresan a Latinoamérica desde USA lo tienen peor; llevan años en escuelas estadounidenses, viendo televisión estadounidense, vistiendo ropa estadounidense y escuchando música de USA. Regresan a una patria que conocen a través de fotografías. Algunos casi no hablan español, o lo hablan con mucho acento inglés, para burla de sus compañeros. Lo peor es adaptarse a un sistema educativo muy diferente. Ya no hay sueño de futuro, se acabó la quimera. Esta inmigración inversa es un fenómeno creciente en el mundo. Occidente ha perdido su brillo y oropel, el celofán de colores se derrite entre la mugre de las calles y los sueños desmigajados, yertos. Deseémosles suerte, deseémonosla a nosotros mismos, y Feliz Noche a todos.