Un hombre mata a su mujer en Errenteria en presencia de sus tres hijos menores

El detenido permanece ingresado en el Hospital Donostia tras autolesionarse y ser intervenido quirúrgicamente.

Deia, Ana Úrsula Soto, 30-12-2008

errenteria. Clara ya no podrá celebrar el año nuevo en Errenteria junto con sus tres hijos. Ayer, su actual pareja acabó presuntamente con la vida de esta mujer de 35 años y de origen venezolano tras asestarle varias puñaladas. En el forcejeo también resultaron heridos Javier, el hijo mayor de Clara de una pareja anterior, y el hermano del agresor al tratar de defenderla. La víctima tenía con el detenido dos hijos pequeños de dos años y seis meses de edad que se encontraban en el domicilio cuando tuvo lugar la agresión.

Todo ocurrió ayer a mediodía en el cuarto piso del número 8 de la calle Elías Salaberria, en el barrio de Agustinas de Errenteria. En el interior de la vivienda una discusión acabó, finalmente, con cuatro personas heridas, una de ellas, Clara, de extrema gravedad. Nada pudieron hacer por ella los servicios sanitarios que intentaron reanimarla en vano. Las puñaladas que le asestó presuntamente su pareja, quien padecía una enfermedad mental, fueron mortales.

Según relató una vecina del portal número 5, que se sitúa en frente de donde sucedieron los hechos, fue Javier, el hijo mayor de 16 años de edad, el primero en salir al balcón malherido. Tras él hizo lo propio el cuñado de la víctima. Con el pecho al desnudo mostraba varios cortes en el tórax y en la cara.

Fue este último el que dio la voz de alerta pidiendo ayuda y gritando: “¡Qué le han rajado el cuello!”. Esto es, al menos, lo que comentaban un grupo de chicas vecinas del barrio y de la misma edad que Javier. El padre de una de ellas sería el que habría llamado a la Ertzaintza al pasar por la calle y ver al hombre gritando en el balcón, según su relato.

Y es que lo sucedido causó una gran conmoción en un barrio que, según aseguran los vecinos, es incluso “demasiado tranquilo”. Eso sí, el día de Navidad otro altercado protagonizado por la misma familia alteró la serenidad de Agustinas.

Según el vecino del piso arriba (5º D), esta familia llevaba viviendo en el 4º D apenas año y medio de alquiler, aunque la mujer era muy conocida en la zona, porque ya había residido en el piso de al lado. Ella hacía trabajos de limpieza mientras que el presunto agresor, que había sido empleado en la construcción, se encontraba actualmente en paro. Este mismo vecino aseguraba a los periodistas a través del telefonillo que era gente “que nunca había dado problemas, todo lo contrario, son muy agradables”.

Los agentes de la Policía científica permanecieron en el edificio recabando huellas más de cuatro horas, a pesar de que el levantamiento de cadáver se produjo en torno a las 15.30 horas. Los restos de sangre se hallaban incluso en la acera, delante del portal.

Sea como fuere, ayer la discusión de desbordó y acabó, desgraciadamente, con la muerte de Clara. Los otros tres heridos fueron también trasladados al Hospital Donostia. Y es que el agresor se autolesionó tras cometer el crimen con el mismo cuchillo con el que mató presuntamente a Clara e hirió al joven Javier y a su hermano. Fuentes hospitalarias señalaron que el agresor fue intervenido quirúrgicamente ayer por la tarde y, posteriormente, quedó ingresado en planta bajo una fuerte escolta policial. El cuñado, por su parte, permanecía en Urgencias, aunque está previsto que hoy reciba el alta. Javier recibió el alta ayer por la tarde tras recibir puntos por diferentes cuchilladas.

Los adolescentes que ayer comentaban lo sucedido en el barrio aludían a las palabras del hijo mayor de Clara para explicar el altercado acontecido el día de Navidad. “Dijo que a su padrastro le había dado un ataque de locura y había discutido con su madre”, señalaban. La vecina del portal de enfrente también recordaba ese episodio en el que acudió “la Ertzaintza y una ambulancia”, aunque no estuvieron ni 20 minutos. Interior precisó, por su parte, que esta salida tuvo como finalidad el traslado del presunto agresor, de “forma voluntaria” al Hospital Donostia para una valoración psiquiátrica.

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